CONFITERÍA LA IDEAL

 

     Está situada en pleno corazón de Buenos Aires en el Barrio de San Nicolás, en la calle Suipacha 384.

      Su fundador fue Don Manuel Rosendo Fernández, un comerciante oriundo de Galicia que encargó su construcción al ingeniero C. F. González.   

     Don Fernández hizo traer de Europa: arañas francesas, sillones checoeslovacos, vitrales italianos, boiserie de roble de Eslavonia tallada por artesanos, mármoles para las escaleras, cristal biselado para las vitrinas, bronces, hierro negro, etc…

     Por esos años todo se traía de Europa, tal como relaté en el Museo de Arte Decorativo.

       Es un café restaurant y bar notable desde 1912 y consta de dos plantas con salones majestuosos para entonces y más para ahora, siendo un símbolo de la belle  époque.

      Con gran revuelo de los empleados, clientes, vecinos y toda la ciudad, se cerró en el año 2017.

      Luego fue adquirido por un empresario del que nadie da nombre  y sigue siendo un enigma. Fue el que se encargó de su restauración durante 5 años hasta el 2022 en que reabrió sus puertas.

     Todo fue rescatado y luce como cuando abrió en 1912.

     Aquí se exhiben algunos elementos antiguos para usos varios.

      La Boiserie de cedro fue pulida y tratada con ceras en caliente y aunque quedó un poco más clara hoy cumple una función extra muy de esta época: esconde 22 equipos de aires acondicionado para el primer piso y otros 22 para el salón de planta baja.

     Los vitrales del techo fueron restaurados por el equipo de Paula Farina Ruiz. Se reabrió el hueco principal del salón que había sido cerrado para hacer milonga en el primer piso, tal es así que la luz natural llegará inclusive a la planta baja.

 

     Seguramente será un placer ir a desayunar a las 7 de la mañana, hora en que abre sus puertas viendo como poco a poco la luz natural atraviesa el vitral y la cúpula ovalada llegando hasta el salón.

     Está abierto hasta la 1 de la madrugada. Hay buena música de 17 a 19 y se disfruta de ella sin interrupción aplaudiendo solo al final de la actuación.

     En la época antigua actuaba la orquesta Embassy jazz entre otras.

      

    Ya estoy ubicada en mi mesa... El hueco central tiene forma de óvalo que se repite en espejos, puertas y el hermoso ascensor absolutamente restaurado. El otro motivo simbólico es la Flor de Lis que se ve en la fachada y sigue en puertas ornamentos y apliques.

     También son de madera restaurada las 2 heladeras del primer piso.

      Llegó el pomelo exprimido...

     Se sumaron dos entrepisos atrás del ascensor para dar espacio al equipamiento de producción: Hornos eléctricos alemanes de última generación, cámaras frigoríficas, salas específicas de pastelería, cocina al vacío y sistema domótico para controlar electrónicamente audio, aire acondicionado puertas y hasta las comandas que dan reflejos de colores.

    Tecnología moderna en una de las confiterías más antiguas nacida como salón de té, que en su momento mutó a café concert y también en pista de milonga. 

      Aquí está el plato elegido: Orecchietti con Broccoli al pesto sin ajo y con avellanas:

     Sabroso y abundante.

     Un paréntesis para degustar un rico café con crema

     Se puede ver la clásica Flor de Lis representativa del lugar. 

     Un descanso  para seguir admirando el lugar y habrá que ir al baño

Siempre tientan los espejos para hacer una fotografía más

Vista hacia la entrada.

     En la vereda sigue el baldosón con los pasos iniciales para bailar tango.

     Dicen que aquí nacieron los “sandwichs de miga” cuando un grupo de ingenieros ingleses solicitaron al panadero que les hornearan “pan inglés”

     La pastelería del lugar era famosa, llegaron a trabajar 48 personas en tres turnos las 24 horas, tal era la demanda de sus exquisiteces. Entre ellas se destacaban los bombones decorados, obra del artista Magione, especialmente contratado para esa tarea.

 

     Está ubicada a la derecha antes de entrar al salón.

     La Ideal lanzó su propio vino: Malbet petit berdot cosecha 2019 de 750 ml realizado por la bodega Catena Zapata y que cotiza a 10.000 pesos. El aceite de oliva también lleva su sello y la botella de medio litro cuesta 5.000 pesos. Estos precios se habrán actualizado a la fecha…

     En 1928, el presidente Hipólito Irigoyen mandaba a buscar palmeritas todas las tardes. El ex presidente Marcelo Torcuato de Alvear se hacía llevar la comida desde La Ideal y el Gral. Don Juan Domingo Perón, durante su mandato se hacía llevar el lunch hasta la Casa de Gobierno.

     Carlos Gardel era fanático del lugar, Jorge Luis Borges iba a desayunar, Charlie Watts, el baterista de Rolling Stones también la visitó, Maurice Chevallier, Vittorio Gassman, María Félix, Robert Duvall y otros también asistían. Alan Parker filmó escenas de Evita. Carlos Saura, que falleció este año el 10 de febrero (mi recuerdo lleno de admiración para él) filmó en La Ideal, escenas de Tango, excelente película con Miguel Angel Solá, Juan Carlos Copes, Cecilia Narova, Julio Bocca y Mia Maestro. Esta película salió segunda cuando compitió por el Oscar. La ganadora fue La vida es Bella…

     En 1998 Yoko Ono visitó La Ideal y expresó: “Háganse justicia a sí mismos y no destruyan su historia y su cultura”.