
La Camelia es una flor que se da muy bien en Galicia. Se la ve en varios Pazos (Palacios) .
Yo vi uno de los árboles más antiguos de España de unos 15 metros de altura, de Camelia Reticulata en el Pazo de Oca, donde tengo unos amigos entrañables que viven justo enfrente, Basi y José Manuel, un matrimonio encantador con una familia grande y afectuosa que extrañaré mucho cuando vuelva a mi país.

El palacio se puede visitar, aunque siendo ellos de allí, yo lo pude ver con más tiempo y varias veces porque es de apreciar todo lo que hay en él.

El que pueda no deje de visitar el Pazo de Oca.
Paseos, estanques, laberintos, árboles milenarios, vides, lugares donde antaño tomarían meriendas en bancos y mesas de piedra que hoy están cubiertas de musgo, en fin que es un placer pasear por allí.
Las Camelias son originarias de China, Japón, Indo-China e islas de alrededor, donde se las consideraba como ¡La flor más hermosa que hay bajo los cielos..! Y no me extraña pues hay tantas variedades que es un deleite verlas.
El nombre de Camellia fue puesto por el botánico Carlos Linneo en homenaje al jesuita Kamel, sus investigaciones fueron publicadas por Roy y Petiner, dos ingleses que latinizaron su apellido.
En Portugal se conocen desde el siglo XVII y en España desde el XVIII, traídas posiblemente por jesuitas, portugueses, ingleses y holandeses.
Estuve en la exposición que como todos los años se realiza en La Coruña donde saqué estas fotos que por supuesto no reflejan la belleza de todo lo que vi.
Observaran unas cuerdas o sogas que dividen unas de otras, eso es porque son de diferentes expositores, algunos particulares y otros de viveros especializados.
Donde mejor se dan es en lo que se llama en Galicia “Las Rías Bajas” ya que el suelo es rico en humus, ácido y siempre húmedo pero con buen filtrado y al no soportar un sol tan abrasador propicia su crecimiento. Se las suele ver en gran desarrollo en los pazos de: Figueroa, Torre da Lama y Santa Cruz de Rivadulla entre otros.

En los Jardines de Mendez Núñez en A Coruña es un placer verlas florecidas y de diversos colores. En esta foto no se ven, porque están en las aceras... Pero... ¿a que está bonito el reloj y el jardín..?
Además se ven en muchas de las fincas de los alrededores. Inclusive en Santiago de Compostela, donde el clima también es propicio.
En el PAZO CIBRÁN,
de
Santiago de Compostela, camino a Orense, he visto hermosas y altísimas, haciendo sombra a una antigua mesa de piedra de unos 5 metros de largo, donde se ha “picado la piedra pues el tronco de la camelia pedía lugar”, formando un hueco para ello en la mesa. Fíjense en la dimensión del tronco primero y el del final de la mesa que es donde se hizo el corte en la misma.
¡Qué hermosos momentos pasados a su sombra!
El Pazo pertenece a mis “ex” parientes políticos, Mayka y José María que ahora funciona como casa rural, donde hay alojamiento y también se realizan eventos importantes. De toda la familia, incluída la cariñosa Tía Alicia, llevaré también un hermoso recuerdo.
Les recomiendo que pasen por allí.
Volviendo a las "Camellias".
Hay más de doscientas especies de diferentes nombres y van desde: miniatura, pequeñas, medianas y grandes a las más grandes, es decir: sencilla, semidoble, anémona, peonía, forma de rosa doble incompleta y la completa.
El tamaño de las flores oscila entre los 5 cm de diámetro de la miniatura, 5 y 8cm la pequeña, 8 y 10 cm la mediana, 10 y 12,5 la grande y más de 12,50 cm las muy grandes, y por supuesto, éstas son de gran vistosidad pues semejan una rosa.
Las hay arrepolladas y sencillas, de diferentes gamas del rosa, rojo, amarillas, blanco níveo, fucsias y veteadas.
Algunas tienen estambres y otras no, pueden tener muchos o pocos, de color contrastante.
Solo unas cincuenta tienen un leve aroma apenas perceptible. Todas son de hojas perennes y brillantes que lucen preciosas y apretadas en los árboles.
Las hojas de la camellia sinensis, se usaba y supongo que seguirán haciéndolo para hacer té medicinal, aunque no se para qué problema.
Algunos le agregan los pétalos de la pequeña camellia sansaqua al té común para hacer más delicado su sabor.
Generalmente se las poda dándole forma compacta, más o menos como ésta que me envió mi amigo de: http://fotosocurrenciasyhumor.blogspot.com/
que tomó él mismo frente a su casa en Vigo, y a quien pido permiso para publicarla.
No lo he comprobado pero entre la variedad de especies se suman unas dos mil subvariedades que cada cultivador varía a su manera.
Esta hermosa flor romántica y delicada inspiró a Alejandro Dumas hijo para escribir su famosa novela del movimiento considerado como Realista: La dama de las camelias en 1848. Se inspiró en la vida de Marie Duplessis joven cortesana de París con la que tuvo un romance y quien mantenía relaciones con grandes personajes de la vida social de la época. Esta novela fue una de las que marcó la transición al Romanticismo.

A su vez Giuseppe Verdi compuso su famosa ópera La Traviata, basándose en dicha novela.