
Y con ella renovamos nuestras ilusiones y proyectos, nuestros cariños se agrandan, también nuestros errores se perdonan al tiempo que perdonamos.
Perdón:
Es una palabra que se utiliza poco y a veces vanamente, algún pisotón, interrupción, pedido de permiso, en fin, la decimos casi sin pensar, pero perdonar lo que se dice perdonar, la verdad que nos cuesta perdonar.
Ciertamente ya no nos perdonamos ni a nosotros mismos. Sin embargo es muy generoso el hacerlo y nos colma de paz, de serenidad, de tarea cumplida, especialmente si reconocemos que a veces nos enojamos por pavadas, por no dar el brazo a torcer, por no ser los primeros en acercarnos al otro.
Quisiera que en estas Navidades sumáramos a nuestros deseos, nuestro acercamiento y así lograr la serenidad que da la palabra perdón.
Queridos amigos:
Les deseo una Nochebuena y una Navidad llena de amor, disfrútenla como niños.