FUENTE: DIARIO LA NACIÓN:
Algunas
de las principales agencias de viaje de nuestro país, como TTS Viajes,
Despegar, Almundo y Avantrip relevaron las equivocaciones más frecuentes que
cometen los viajeros, por las que los llaman desesperados en busca de ayuda.
Equivocaciones que pueden evitarse y que una vez cometidas, muchas veces no
tienen solución sin un gasto extra abultado que seguramente desequilibrará el
presupuesto.
En este
ránking de los errores más habituales, los problemas con las reservas de
pasajes aéreos y los vuelos son los dominantes y también los que más dolores de
cabeza traen: son difíciles de solucionar y generalmente son muy costosos.
1. Ir a otro aeropuerto
En
ciudades donde hay varios aeropuertos, como Nueva York o París, una confusión
habitual es ir justamente a aquel desde done no sale nuestro avión.
Se da por
sentado que el vuelo será desde el mismo aeropuerto donde días antes se
aterrizó o, en todo caso, el que uno conoce, si no se sabe de la existencia de
los demás. Puede ocurrir incluso en el propio país: un buen ejemplo es cuando
un vuelo a alguna provincia sale de Ezeiza y el porteño va, confiado, derecho a
Aeroparque.
En los
vuelos con conexiones es común que se aterrice en un aeropuerto y el avión
siguiente salga de otro, especialmente si los pasajes se compraron con reservas
diferentes, así que atención con el tiempo para trasladarse de una terminal a
la otra.
Las
aerolíneas low cost generalmente utilizan aeropuertos alternativos, no tan
conocidos, como el nuevo de El Palomar. Por las dudas nunca hay que decirle al
chofer del taxi simplemente "Voy al aeropuerto", sin especificar
cuál.
2. Sucumbir a la hora crítica
No ocurre
a las ocho de la mañana ni a las cuatro de la tarde. Un error habitual es
confundir el horario de un vuelo, cuando la salida es puntualmente a la
medianoche... o minutos después. ¿Será la Hora de las Brujas? Por ejemplo, un
vuelo que sale el 23 de mayo a las 00:15 y el pasajero se presenta en el
aeropuerto el 23 de mayo a la noche, cuando en realidad tiene que llegar para
embarcar la noche del 22 de mayo. De paso, recordemos estar atentos a que los
horarios en los pasajes se expresan con el sistema AM-PM.
3. No tener en cuenta los cargos extra
Las
aerolíneas low cost y también muchas compañías tradicionales cobran cargos
extra por el equipaje. En el momento de hacer la reserva es necesario confirmar
si el pasaje que compramos incluye el despacho de la valija a bodega de manera
gratuita o no.
Si no lo
incluye es conveniente pagar por la valija en el mismo momento de hacer la
reserva, porque hacerlo después o en el aeropuerto es mucho más caro y puede
llegar a costar el doble. Incluso también hay aerolíneas low cost, como Ryan
Air, en Europa, y Flaybondi y Jetsmart en los vuelos de cabotaje, que cobran
por el equipaje de mano, como la carry on que se sube a la cabina. En este caso
también hay que pagar por la valija cuando se compra el pasaje. Ojo: hasta
puede ser más económico el costo por despachar a bodega una valija más grande
que por subir una chiquita a la cabina.
Si se
necesita viajar con mucho equipaje, suele ser preferible pagar una tarifa más
alta por el ticket, (para incluir dos valijas), que luego pagar extra por cada
una. Incluso las tarifas que no son promocionales permiten cambio de fecha sin
costo.
Otros
extras habituales son: por la comida abordo, por elegir asiento y también hay
varias low cost que cobran si no se hizo el check in por Internet, que es
gratuito.
También
hay que estar atentos a los pesos máximos permitidos para la valija. La mayoría
de las aerolíneas aceptan una valija de hasta 23 kilos en vuelos
internacionales, pero este valor varía en vuelos de cabotaje, por lo que es
aconsejable chequear en cada caso para no pagar exceso de equipaje.
4. No tomar un avión
Por un
cambio de planes sobre la marcha, muchos pasajeros deciden por propia voluntad
no tomar un vuelo dentro de un itinerario con varios tramos. Por ejemplo, un
viaje de Buenos Aires a París, que incluye un vuelo interno en la mitad del
viaje a Barcelona y el regreso a Buenos Aires desde España. Por la razón que
sea, se decide reemplazar el vuelo interno por un tren o un viaje en auto y
cuando finalmente hay que emprender el regreso a la Argentina uno se desayuna
que la reserva y el pasaje ya no existen más.
Peligro:
el no show en un tramo, tal el término técnico que utilizan las aerolíneas
cuando el pasajero no toma un vuelo, provoca la caída de la reserva y se pierde
el resto de los pasajes del itinerario.
Esta
política aplica en todas las aerolíneas y con casi todos los pasajes. Si no se
toma la ida automáticamente se cancela la vuelta, o el resto de la ruta. Una
medida injusta porque uno pagó por el pasaje que ellos deciden dar de baja, y
que obliga, nada más ni nada menos, que a comprar un nuevo ticket de regreso.
Algo similar sucede con los pasajes en promoción: tienen restricciones que no
permiten cambio de fechas: si no se toma, se pierde.
Fuente: LA NACION
5. No habilitar las tarjetas
Para los
que salen al exterior es necesario notificar a las tarjetas de crédito sobre
los destinos que se van a visitar para que habiliten los plásticos, tanto de
crédito como de débito. Caso contrario se corre el riesgo de que se bloqueen y
no se los pueda usar. Incluye también a las nuevas tarjetas que vienen con
chip. El trámite de Visa y de Mastercard se hace en la Web de las empresas.
Para American Express, por teléfono.
Con las
tarjetas de débito se puede extraer moneda local de los cajeros. También con la
de crédito, a modo de adelanto, pero en este caso el banco debe proporcionar un
pin y el trámite hay que hacerlo con varios días de anticipación.
Hay que
recordar que el costo del uso de los cajeros en el exterior es alto y depende
de cada banco, por lo que conviene sacar todo el dinero que se necesite de una
vez.
6. Olvidarse documentación
Algunos pasajeros
no averiguan antes de viajar cuál es la documentación necesaria para el
itinerario que van a realizar. Esto incluye visas, certificados de vacunas,
permisos y partida de nacimiento cuando se viaja con menores.
En cuanto
a visas lo más frecuente es que se la olvide cuando se hace escala en otro
destino antes del final: el caso emblemático es en los vuelos al Caribe, que
hacen escala en Estados Unidos. Es necesario sacar la visa aunque no se salga
del aeropuerto norteamericano, caso contrario, no permiten embarcar.
Muchos
países exigen el certificado de vacunación contra la fiebre amarilla al
ingresar, y a veces es necesario si se estuvo en otro país antes. Por ejemplo,
un pasajero que en su viaje combina unos días en Ecuador o Colombia y luego
sigue viaje a Costa Rica debe presentar certificado de vacunación. Si en cambio
viaja desde la Argentina directo a Costa Rica, aunque se haga escala en
Colombia, no es necesario.
Algunos
de los países que exigen vacunación para los argentinos son Aruba, Malasia,
Angola, India y Singapur, entre otros.
Hay que
recordar que la vacuna se da una sola vez y dura toda la vida.
En cuanto
a los menores, deben tener autorización si viajan con un solo padre y si viajan
los dos se debe presentar la partida de nacimiento, además del pasaporte del
chico.
7. Confundir nombres y fechas
Es
fundamental, al momento de hacer la reserva de pasajes aéreos (también hoteles,
cruceros, alquiler de autos, etc), que se consignen los nombres de los
pasajeros tal como figuran en el DNI o pasaporte, según el documento que se use
para viajar.
Uno de
los errores habituales es omitir el segundo nombre o agregar, por ejemplo,
apellido de casada en la reserva, que pueden complicar en el momento del check
in o generar nuevos gastos para corregir un pasaje mal emitido.
También
son frecuentes los errores de tipeo de nombres y fechas, por eso hay que releer
siempre antes de confirmar el pago.
8. Superponer vuelos
Cuando se
compran dos pasajes con conexión, pero con reservas separadas, es común superponer
los vuelos o que el tiempo de la escala sea insuficiente.
Suele
suceder, por ejemplo, en un vuelo internacional con una aerolínea y, después,
otro local, por otra empresa. El mínimo de tiempo entre dos vuelos debe ser de
dos horas, aunque en estos casos es recomendable un poco más para evitar perder
el segundo. También es frecuente olvidarse de considerar la diferencia horaria
en el destino y reservar el segundo vuelo antes que aterrice el primero. Si
están dentro de la misma reserva, se evitan estos problemas porque la aerolínea
se hace cargo ante eventuales retrasos.
9. Omitir el voucher
Aunque ya
sea habitual llegar al aeropuerto sin el pasaje en papel, porque hoy alcanza
con el documento y el código de reserva, para otros servicios es indispensable
presentar el voucher impreso. Muchos pasajeros pasan por alto este detalle y en
el momento de tomar un auto o hacer una excursión se dan cuenta que es
necesario contar con una constancia en papel, que no tienen.
Por las
dudas (y aunque se sea poco ecológico) es recomendable llevar impreso todos los
servicios por los que se pagó: hotel, entradas, excursiones, traslados,
crucero, etc.
Se pueden
reimprimir en los destinos, pero a veces no es tan simple conseguir una
impresora.
Además,
para no perder servicios ya pagos, hay que leer con atención en los vouchers
las indicaciones en cuanto a horarios y puntos de encuentro.
10. Cambiar al conductor
Cuando se
alquila un auto es necesario ingresar como titular de la reserva a la persona
que va a ser el conductor, con su registro y tarjeta de crédito. Puede suceder
que la reserva y el pago lo haga una persona, pero que no va a manejar (por
ejemplo hace la reserva la mujer, pero va a conducir el marido o viceversa).
Una vez en el destino, se puede tener inconvenientes para retirar el auto
cuando no coincide el nombre de la perona que reservó y pagó con la que va a
conducir. Para evitar demoras y confusiones el titular de la reserva debe ser
siempre el conductor. Si se necesita conductor extra, se debe pagar en la reserva,
porque tiene cargo extra.
El avión es el medio de transporte más seguro que existe a día de hoy, pero para muchas personas, lejos de ser habitual, volar es algo fuera de lo común, por lo que se presta a todo tipo de anécdotas que, como dices, a veces cuestan mucho dinero.
ResponderBorrarMuy al principio de volar me sucedió el caso 2, con tan buena suerte que confundí el número de vuelo con la hora y el avión salía una hora más tarde. Con vergüenza, tengo que reconocer que el caso 1 me pasó en Londres hace solo unos años (y eso que vuelo muy a menudo). Me presenté en London City con un billete desde Heathrow. Nuevamente, tuve suerte y pude comprar otro pasaje por un precio razonable.
No puedo contar todas las cosas que he visto o me han pasado en un avión, sería demasiado largo, pero una cosa está clara: los consejos que apuntas nunca están de más.
Sabios consejos Rosa María. El de confundir el día (o en este caso la noche) de partida es muy común. Decir"viajo esta noche a la una de la madrugada" y llegar al aeropuerto 24 HORAS DESPUÉS, lo he comprobado en varias ocasiones. "Pero...si era esta noche"..."está equivocado, su avión partió la noche de ayer" es una historia constante observada in situ por mi diferentes veces. Hace poco le pasó a un familiar quién iba a gozar de sus vacaciones con su esposa a Punta Cana y no había reparado que "el día" empieza a las 0 horas.
ResponderBorrarBuenas recomendaciones para los que viajan.Yo ahora no me lo puedo permitir por motivos de salud de mi marido, pero cuando he viajado sólo tuve una vez un contratiempo en Barcelona donde íbamos a comenzar un crucero y el autobús que nos llevó desde mi pueblo nos dejó en una estación cerca del puerto y claro cuando volvimos del crucero fuimos directos a la misma estación de autobuses para regresar al pueblo y resulta que la estación de regreso era otra en el otro extremo de Barcelona....fué una gran faena.Besicos
ResponderBorrarTAWAKI: me lo estoy pasando bomba con los comentarios. Me encantan tus anécdotas al margen del viaje por el mundo y tus estupendas fotos. Habrás sufrido lo tuyo y tu bolsillo, pero yo me divertí un montón con tu comentario. Gracias. Besos.
ResponderBorrarESTEBAN LOB: jajaja.... también yo tuve esa desorientación pero la ví a tiempo de corregir. Son dudas a las que hay que prestar atención. En este último viaje otra pasajera se llevó mi maleta y la tuve que esperar en la estación de arribo hasta que viniera a hacer el cambio. lo peor es que su maleta no se parecía nada a la mía, inclusive era más grande... Menos mal que el cordinador nos pudo poner en contacto. Beso amigo, hasta pronto y gracias por venir.
CHARO: jajaja dí pie a anécdotas que en su momento fueron molestas pero luego con el tiempo, todo queda en recuerdo casi gracioso. Imagino la distancia y la corrida. Beso y gracias por acompañarme en este viaje de escribir.
Hago todo lo posible para no volver a viajar en avión.
ResponderBorrarSe ha convertido en una tortura.
Soy alto y de entrada ya no quepo en el asiento, mis rodillas suplican que no vuele, pero no es sólo eso, es que comprar un billete de avión es como internarse en un campo de minas, no sabes por donde te va a explotar todo: vuelos retrasados o cancelados que impiden subir al siguiente avión de la escala que tenías prevista, gentuza de todo tipo en el avión que has de aguantar durante horas, trabajadores mal pagados por culpa de low cost que tienen un mal humor permanente debido a su explotación.... no, viajar en avión ya no es lo que fue, ahora es un suplicio y por eso lo evito.
Por no hablar de la contaminación que causan esos miles y miles de vuelos diarios...
Prefiero buscar cualquier montaña despoblada de humanos y disfrutar de la paz y el silencio.
Besos.
jajaja... venir a hacer alarde de altura justo a mi lado!! Parece que por todos lados se dan inconvenientes del mismo tipo. Suerte que tienes las montañas a mano. Aquí, ni mar ni montaña, pero siempre está mi terraza llena de macetas y muestra algo de cielo... obviando el cablerío. Besos y gracias por venir.
ResponderBorrarMuy buenas recomendaciones, aunque yo casi no viajo en avión.
ResponderBorrarUn abrazo.
RAFAEL HUMBERTO LIZARAZO: ya viajás con tu arte y tu imaginación por la vida. Seguro que a pesar de ser tan lindo viajar lo tuyo es más satisfactorio. Beso y gracias por venir.
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