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Zapatillas, celulares, relojes, autopartes; un centenar de productos hoy están compuestos por kevlar. Su alta resistencia (hasta cinco veces más que el acero), su tolerancia al fuego y su bajo peso es lo que hizo que DuPont ganara millones de dólares por obtener la patente sobre este material, y todo gracias a Stephanie L. Kwolek, una científica polaco-estadounidense que falleció el 18 de este mes a sus 90 años.
A mediados de los años 60, Kwolek trabajaba en los laboratorios de investigación y desarrollo de DuPont. La empresa, que entre otras cosas es la responsable de productos como el spandex (más conocido por su nombre comercial, Lycra) o el Nylon, estaba en busca de un nuevo material resistente y liviano para usar en neumáticos. Kwolek era una de las científicas que, en su trabajo con polímeros, consiguió sintetizar una fibra de alta resistencia y rigidez, a la vez que liviana; pertenece a la familia de las poliamidas (hay naturales como la seda o la lana y sintéticas como el kevlar o el nylon).
Pasaron casi 10 años hasta que DuPont comenzó a explotar comercialmente este descubrimiento, cuando los departamentos de policía empezaron a utilizar el kevlar como el principal componente de los chalecos antibalas de sus agentes. Según informa un vocero de DuPont a través del New York Times, esta decisión le salvó la vida a más de tres mil policías desde los años '70.
Más allá de costado policial, con el tiempo el kevlar fue extendiendo su utilización hacia otras ramas del consumo masivo. Hoy se puede encontrar en componentes para teléfonos celulares, en accesorios e indumentaria deportiva, en neumáticos y hasta en cables de fibra óptica.
Las patentes del kevlar están en manos de DuPont, luego de invertir más de 500 millones de dólares en investigación para su desarrollo. Sin embargo, Kwolek fue ampliamente reconocida por la empresa y por sus pares, otorgándole premios y menciones de honor por su contribución a la química y a la industria de materiales..
Qué mente privilegiada verdad amigos?
ResponderBorrarPues me ha parecido interesantísimo el post que nos compartes, lo cierto es que a veces no nos paramos a pensar en las cosas que con el tiempo y por el uso las asumimos como parte de lo cotidiano y del día a día, cuando en realidad para que lleguen a estar ahí, antes ha habido quienes tuvieron que descubrirlas y trabajar muy duro en ellas hasta conseguir comercializarlas. Y muchas veces, es otro quien se queda la patente y no el científico que logró con su empeño y trabajo ese resultado.
ResponderBorrarBesos!
Una mujer admirable, descanse en paz.Besicos
ResponderBorrarFG: Lo puse precisamente por eso, tampoco sabia de ello y me causó admiración. Besos y gracias por estar.
ResponderBorrarCHARO: Qué tal va tu esposo? Deseo que cada dia mejor. Gracias por visitarme. Abrazo lleno de ondas positivas.
Esta historia sí la conocía, pero me ha gustado recordarla. Me alegro de que por una vez sí que recibiese el reconocimiento en vida. Muchas veces no somos conscientes de que detrás de lo que llevamos puesto a diario hay todo un trabajo de investigación, el esfuerzo de muchas personas y la inversión de las empresas.
ResponderBorrarNo sabía quien era.
ResponderBorrarAhora si.
Mi aplauso para ella.
Mi aplauso para ti.
Besos.
Muy interesante, en ese tiempo no si tia los celulares, sino los telefono cable de rin rin rin.
ResponderBorrarTAWAKI: buena reflexión, pienso que inconcientemente lo puse por eso. Besos, voy a ver por dónde andás...
ResponderBorrarTORO SALVAJE: Gracias toro, tu lado poético aflora hasta en los comentarios. Besos.
CONVERSACIONES DE TODO: hola amigo... viste qué bueno? Cuánto de interesante hay en este mundo. Besos.