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19 marzo 2018

EXPERIENCIAS DE VIAJE



¡Qué bien hace salir unos días de vacaciones!
Una se da cuenta de que tiene que actualizarse, aunque también se da cuenta de que no está tan desactualizada.
El poder de adaptación del Ser Humano es más rápido de lo que pensamos, aunque a algunos les cueste más que a otros.
Subir, bajar, adaptarse a horarios e instalaciones, todo hace vencer el temor a los cambios sean estos leves o mayores.
Basta observar a personas con grandes problemas de movilidad y un poco menos de entendimiento para tomar cuenta de ello.
Los obstáculos se vencen con ayuda o sin ella y la gente le da para adelante.
Ciudad de Mar del Plata de la que pueden ver otra entrada aquí. 
Estoy sentada en la Peatonal San Martín, bueno, estoy sentada en una silla frente a una mesa redonda en la calle de la peatonal San Martín, en el café Vitti, en la esquina de la calle Corrientes. Es muy bonito, todo en azul.
Aunque no es hora pido un capuchino.
Por mi derecha hay un incesante fluir de gente hacia la playa, gente joven y mayor. Algunos llevan sombrillas y sillitas, otros bolsos y heladera portátil. Con sombrero, sin sombrero. Grupos alegres y libres. La playa libera…
No se respeta el semáforo de la calle Corrientes que no es peatonal. Se oye una ambulancia, se detienen a desgana…
Un joven observa a la jovencita que camina sin pudor con un minúsculo short metido en una raya que deja ver los glúteos sin disimulo y con descaro total. Casi puedo leer los pensamientos del muchacho pero no lo censuro. En aras de una femineidad extrema y seductora las mujeres no tienen en cuenta que el hombre, macho al fin, sin ser animal y bien humano responde naturalmente a su instinto aunque lo reprima.
Mi capuchino está muy bien preparado, lo disfruto. La brisa que corre es refrescante y agradable.
Sigue el paso incesante de gente. Un gorrión se acerca a mi mesa. No trajeron nada con el capuchino. Se aleja dando saltitos por el adoquín de la peatonal buscando comida.
Pago, me levanto, saco fotos y me voy sin dar saltitos. 
Yo también tengo que ir a buscar comida…
Viajar sola también tiene su encanto, se pueden invertir algunas cosas en la programación.



10 comentarios:

  1. Me alegra de que hayas disfrutado de esas vacaciones en solitario......muchas veces me pregunto ,si un día me quedo sola, si sería capaz de viajar sola ya que nuna lo he hecho.Besicos

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  2. CHARO: Estoy segura de que podrías. Una se adapta a todo y tú no eres de las que se quedan. Beso y gracias por acompañarme en el paseo.

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  3. interesante viaje Rosa Maria donde pones a prueba en tan bellos rincones tu capacidad de abstraerte y de disfrutar el instante presente que mas tarde nos vuelve a agradar al tener un buen recuerdo ,enhorabuena por el y que puedas tener muchas ocasiones com esta , mis saludos desde horas rotas . jr.

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  4. Si es cierto viajar sola tambien tiene su encanto
    Cariños y buena semana

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  5. ¡Que Rosa-Maria!

    Viajar es aprender a mirar la vida de otra manera, si es cansado porque efectivamente hay que adatarse a cosas que en tu casa son más fáciles. Pero compensa un poco de esfuerzo mientras que podamos porque los años pasan y luego ya no es lo mismo.

    Celebro que lo hayas pasado bien, pues de eso se trata, salimos de viaje para eso.

    Yo salgo el viernes al sur de España. Almería
    Ha sido un placer pasar por tu casa y saber que estás disfrutando de la vida.

    Te dejo mi inmensa gratitud y estima,
    Un abrazo y se muy, muy feliz.

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  6. JOSE RAMÓN SANTANA VAZQUEZ: Gracias por tu comentario y tus buenos deseos, me encanta viajar y conocer las cosas que brinda cada lugar. Saludos y hasta pronto.
    ABUELA CIBER: Gracias amiga por pasar, te abrazo con cariño
    MARINA FLIGUEIRA: no te niego que es un esfuerzo, pero vale la pena, cada uno a su ritmo puede. Gracias y deseo que también te lo pases de diez. Gracias otra vez por ser tan cálida y por tus buenos deseos.Beso y a pasarlo bien.

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  7. Es altamente reprobable, RosaMaría, que el gorrión se hubiera convencido que "no trajeron nada con el capuchino". A él no debe haberle convencido el argumento, de que la señora de esa mesa está a dieta.

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  8. Soy más de observar chicas guapas que de beber capuchinos, y disfruto mucho de esos momentos relajados cuando uno viaja solo. Hay que perder el miedo, porque cuando se necesita ayuda siempre hay alguien dispuesto a prestarla, y salir de casa es siempre un reto que nos rejuvenece a pesar de los impedimentos o precisamente porque somos capaces de vencerlos.

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  9. Pues qué bueno! Mirar a los jóvenes, verlos actuar, su forma de vestir, sus conflictos también es una lección para nosotros. No todo es crítica sino que eso nos da la pauta de los tiempos que vivimos, tanto en lo bueno como en lo otro. Siempre que puedo me escapo sola, hoy día es difícil combinar con amigos pues todo el mundo tiene la vida más complicada o comprometida con obligaciones. La verdad es que si, me siento más joven, pero a veces exagero cuando me digo: Rosita estás segura que vas a salir vestida así? La respuesta siempre es la misma. ¡Bah, todo está bien! Besos amigo

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Me alegra tu visita. Gracias.