... "Cada cierto tiempo el equilibrio social
se rompe a favor de la mediocridad.
El mediocre se torna refractario a todo afán de perfección, los ideales se debilitan y la dignidad se ausenta; los hombres acomodaticios tienen su primavera florida.
El mediocre se torna refractario a todo afán de perfección, los ideales se debilitan y la dignidad se ausenta; los hombres acomodaticios tienen su primavera florida.
Los
gobernantes no crean ese estado de cosas; lo representan.
El
mediocre ignora el justo medio, nunca hace un juicio sobre si, desconoce la
autocrítica, está condenado a permanecer en su módico refugio.
El
mediocre rechaza el diálogo, no se atreve a confrontar, con el que
piensa distinto. Es fundamentalmente inseguro y busca excusas que
siempre se apoyan en la descalificación del otro. Carece de coraje para
expresar o debatir públicamente sus ideas, propósitos y proyectos. Se
piensa distinto. Es fundamentalmente inseguro y busca excusas que
siempre se apoyan en la descalificación del otro. Carece de coraje para
expresar o debatir públicamente sus ideas, propósitos y proyectos. Se
comunica mediante el monólogo y el aplauso.
Esta actitud lo encierra en la convicción de que él posee la verdad,
la luz, y su adversario el error, la oscuridad. Los que piensan y actúan así integran una comunidad enferma y más grave aún, la dirigen, o pretenden hacerlo.
El mediocre no logra liberarse de sus resentimientos, viejísimo
problema que siempre desnaturaliza a la Justicia.
No soporta las formas, las confunde con formalidades, por lo cual
desconoce la cortesía, que es una forma de respeto por los demás.
Se siente
libre de culpa y serena su conciencia si disposiciones
legales lo liberan de las sanciones por las faltas que cometió.
La impunidad lo tranquiliza.
legales lo liberan de las sanciones por las faltas que cometió.
La impunidad lo tranquiliza.
Siempre hay mediocres, son perennes. Lo que varía es su prestigio y su
influencia.
Cuando se
reemplaza lo cualitativo por lo conveniente, el rebelde es
igual al lacayo, porque los valores se acomodan a las circunstancias.
Hay más presencias personales que proyectos.
igual al lacayo, porque los valores se acomodan a las circunstancias.
Hay más presencias personales que proyectos.
La declinación de la "educación" y su confusión con "enseñanza" permiten
una sociedad sin ideales y sin cultura, lo que facilita la existencia
de políticos ignorantes y rapaces."
JOSE
INGENIEROS.
Su verdadero nombre era Giuseppe INGEGNIERI.
Biografía copiada de Wikipedia donde pueden leer todo...
Nacido Giuseppe Ingegnieri, era hijo de Salvatore Ingegnieri y Mariana Tagliavia.3 Cursó sus estudios primarios en el Instituto Nacional. Trabajó desde niño corrigiendo pruebas de imprenta, ya que su padre era periodista y tuvo dificultades económicas.4 Solía encargarle traducciones de italiano, francés e inglés, incluso de libros enteros. En 1888 ingresó al Colegio Nacional Buenos Aires, que dirigía Amancio Alcorta.5 En 1892, ya habiendo finalizado sus estudios secundarios en el Colegio Nacional Buenos Aires, fundó el periódico La Reforma y un año después (en 1893), ingresó como alumno a laFacultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires, de la que se recibió en 1897 de farmacéutico y en 1900 de médico con su tesisSimulación en la lucha por la vida. Para esa época ya era conocido en los círculos literarios......Murió relativamente joven, el 31 de octubre de 1925, a los 48 años.
Cuando era jóven y leí El hombre mediocre, quedé anonadada; veía mediocres por todas partes y por supuesto, en algunos cosas, también me consideraba mediocre.
ResponderBorrarHoy releo este fragmento de su libro y pienso que su análisis sigue siendo actual, aunque creo que en ciertas circunstancias, es mejor callar que decir lo que pensamos o creemos, sobretodo si uno está parado en una postura y el otro/a en otra; para este caso, creo que el mejor diálogo es ser cohorente entre lo que decimos y actuamos; es decir, hablar con el ejemplo.
Gracias por recordarme este libro maravilloso.
Cariños
No he leído este libro pero me gustaría hacerlo. Una pena que un hombre tan creativo e inteligente muriera a edad tan temprana.Besicos
ResponderBorrarCoincido plenamente con él y no puedo dejar de pensar que los mediocres son (somos) mayoría. Da un poco de miedo.
ResponderBorrarNÉLIDA: Hola amiga! No hay medias tintas, pero callamos a veces por respeto porque ahora entre las amistadas hay ideas diversas y muy aferradas, cada uno piensa que tiene la verdad y la verdad no existe, es solo nuestra verdad y no hay consenso así que toda discusión es inútil pues esto parece un partido: todos queremos ganar... Como si de eso se tratara en vez de pensar en el bien común. Besos y gracias por venir.
ResponderBorrarCHARO: Es un clásico argentino, que se lee rápido pues es muy pequeño. Como muchas cosas breves, condensa grandes verdades en este caso, como un buen perfume es perenne... Lo tuyo es precioso eres una artista con el ordenador. Beso.
TAWAKI: El título es muy acertado. Se puede conseguir, es para recomendar aún con el paso de los años siempre vigente. Beso amigo
Que interesante es el tema que nos planteas hoy porque la cuestión de que la mediocridad nos invade, pasa en todos los lugares de la tierra y no hay que tema más un mediocre que a una persona inteligente porque, aunque no quieran reconocerlo ante los demás, ellos lo saben muy bien. Acumulan conocimientos no por el placer de esa cultura por sí misma sino con la malsana intención de demostrar a los demás lo que saben. Es una pena. Nuestro presidente, Rajoy, sobrepasa la mediocridad y está en el punto de la bobería y así, en cuanto le escuchas, se te cae el alma a los pies. Y que este hombre represente a nuestro país...es deprimente. Perdona pero acabo de tomar el toro por los cuernos y me he salido del tema aunque ha sido una asociación de ideas.
ResponderBorrarUn abrazo y gracias por las generosas palabras que me dejas siempre en el blog.
FRANZISKA: sabias palabras! Copio y pego para aplicar lo dicho a nuestra presidente. Es una epidemia mundial... Gracias por venir y bendiciones para ti y tu familia.
ResponderBorrarNo conocía el libro ni el autor.
ResponderBorrarParece muy interesante.
Besos.
TORO SALVAJE: Sí que lo es!... Gracias por venir. Rosi
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