Agradezco a Google y Wikipedia los enlaces.
LA SEGUNDA PARTE DEL PASEO ES:
EL CERRO CAMPANARIO
Subimos en aerosilla hasta la cumbre desde donde se divisan hermosos paisajes y los distintos lagos que componen el LAGO NAHUEL HUAPI
Se ven los lagos Nahuel Huapi y Perito Moreno, laguna El Trébol, penínsulas San Pedro y Llao Llao, Isla Victoria, los cerros Otto, López, Goye, Bellavista, Catedral, Capilla; el hotel Llao Llao, las arboledas de Colonia Suiza, entre otros puntos de interés. Los cielos, los bosques, y sobretodo el conjunto de la naturaleza, la visión total de este lugar maravilloso que es la Patagonia andina, es lo que más conmueve.
La visión panorámica y las sensaciones que regala el cerro Campanario son muy recomendables, tanto para turistas como para residentes.
Desde aquí al hotel...
Y al día siguiente:
PASEO AL CERRO OTTO
Subimos en Telecabinas y estamos a 1050 metros de altura.
Nos vamos a la CONFITERÍA GIRATORIA en el punto más alto del Cerro para poder apreciar el paisaje desde todos los ángulos...
La parte de las mesas es lo que gira, es muy leve y lento, así que giramos al compás de la comida, de las fotos que sacamos y de las risas.
Terminada la tabla de fiambres y cerveza artesanal, recorremos la zona de esculturas
Por supuesto que también hay que ir al servicio...
Unos baños impecables y no hay que abonar, todo está incluído en el precio de la entrada e imagino que en el del comedor... Picantito!
Vayamos bajando porque tenemos otro paseo. Verán que lo bello y natural continúa.
SAN MARTÍN DE LOS ANDES Y LOS SIETE LAGOS
El guía nos explicó que son 8 lagos no recuerdo el nombre del 8°.
Lago Espejo, Correntoso, Bailey Willis, Escondido, Villarino, Falkner y Machónico llegando a la Ciudad de San Martín de los Andes, a orillas del Lago Lacar.
Aquí se los muestro, pero ya no recuerdo cuál es cuál.. Mmmmm tendría que haber tomado notas, algunas sí, otras no... En fin sepan disculpar.
Y ahora a descansar... que falta la última parte del viaje.
Deseo que lo hayan disfrutado... Casi, casi, tanto como yo.
Unos paisajes magníficos y eso de que la parte de las mesas del comedor giren a la vez que se está comiendo me ha llamado mucho la atención.Besicos
ResponderBorrarEl viaje lo hemos disfrutado un poco menos, diría yo que casi nada en comparación contigo pero también hay que reconocer que no nos hemos cansado nada y que ha resultado muy barato y en un tiempo mínimo.
ResponderBorrarLos panoramas son preciosos y es seguro que estarás tomando centenares de fotografías y que algunas más irás compartiéndolas para nuestro disfrute.
Me alegra que lo estés pasando tan bien y te deseo lo mejor para el resto del viaje. Lo que queda aún superará a lo ya visto y sentido. Un abrazo. Franziska
Yo también quiero ir :)
ResponderBorrarEs precioso nuestro sur argentino, como así, el resto del país.
ResponderBorrarSe ve que la pasaron super bien!!! Qué lindo!!
Es que Lago Espejo hay dos, el grande y el chico, aunque no me quedó claro cómo los cuentan, porque además tenemos el Traful y un buen puñado de lagunas.
ResponderBorrarEs curioso, pero ayer estuve en un restaurante giratorio como el que mencionas.
Menudo viaje, es una zona de Argentina que me gustó especialmente.
CHARO: me hubiera gustado detallar más, fue una hermosa experiencia! Gracias por venir. Besos.
ResponderBorrarFRANZISKA: Jajaja realmente tu observación es acertada, no te cansaste, no gastaste, en fin, que me alegra compartirlo con vosotros que son mis amigos de siempre hace años. Un abrazo grandote y muchos besos.
DAVID C.: Jajaja... no me extraña, seguro sabes que las fotos no reflejan la hermosura del lugar en su totalidad. Un abrazo.
NÉLIDA: sí que lo es, el viaje terminó re bien como verás en el siguiente. Y ya hice otro que pondré más adelante. Gracias por compartir, besos.
TAWAKI: Hola amigo, es verdad, a mi tampoco, pues fue tanta información que uno no llega a registrar e ir a los libros le quita un poco de magia. Cuéntame dónde fue lo del restaurante giratorio en esa.
Falta la última parte y acabo de volver de otro más pequeño, que pondré.
Besos grandotes y gracias por venir.
Y yo miro por la ventana y sólo veo cemento...
ResponderBorrarBesos.
TORO SALVAJE: No te lamentes, también en nuestra ciudad lo hay, pero tiene su encanto pensar que eso fue parte de la naturaleza también. Eso sí, la locura que se vive en las ciudades no sucede en esos paisajes y con esa gente, que si bien vive del turismo tienen una tranquilidad y amabilidad que solo la da el paraje en el que habitan. Te doy un gran abrazo.
ResponderBorrarGracias Rosita por permitirme viajar contigo a través de tus fotos. No pierdo la esperanza de volver a La Argentina y visitar esos lugares tan maravillosos.
ResponderBorrarUn abrazo querida amiga.