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20 agosto 2013

SOLEDADES

Hay soledades buscadas, provocadas y gozadas con fruición. Momentos en la vida más cortos o más largos en los que elegimos estar solos. Decisiones importantísimas para las que necesitamos imperiosamente la calma y la lucidez que aclaren nuestro juicio y nos permitan escoger la mejor opción y, aun en el caso en que comprobemos que hemos errado el camino, la equivocación será sólo nuestra y no tendremos la tristeza extra de haber metido la pata por consejo ajeno.

Hay momentos íntimos y absolutamente individuales en que la alegría, el llanto, el júbilo, la amargura, la euforia o la depresión tienen que ser sólo nuestros. Momentos extraordinarios en los que una paz cósmica nos protege del caos y la confusión, y ahí estamos, solos, sin pena ni añoranza, casi como bebes recién nacidos.

Es el mágico momento en el que uno decide entrar a ver esa película que ningún familiar, amigo o conocido quiere compartir porque es un bajón, porque es muy larga, porque es muy estúpida, porque es demasiado comercial o demasiado artística, porque no le gustan los cines del shopping o porque no la dan en ningún shopping y «yo a los cines viejos no entro ni borracho, ¿viste?» Y entonces uno, más uno que nunca, se mete por propio gusto a hacer lo que se le canta y se le chifla, contra viento y marea.

Existen esos momentos en los que "el alma se serena" y la meditación sin chantada esnob de gurús de ocasión se nos impone como remanso y facultad pensante que nos diferencia de nuestros amigos de cuatro patas, ojitos tristes y rabos juguetones. A veces son momentos en los que la vida nos enfrenta con problemas muchos más complejos que elegir una película, momentos en los que la soledad ayuda y elimina la confusión de oír veinte campanas y ningún sonido.

¡Bendita soledad aquella que elegimos! ¡Maravillosa quietud para evaluar, sopesar, elegir y reflexionar!

Maldita soledad, en cambio, aquella que nos priva de seres queridos y amigos entrañables que se nos van y nos dejan sin referencia, sin códigos comunes, sin complicidades de vida, sin recuerdos compartidos, sin secretos repliegues de nuestra existencia que sólo ellos conocen y valoran. Maldita la soledad de la casa vacía que un día estuvo llena, la soledad de no oír respirar en la habitación contigua o en la propia cama al compañero que no está. Perversa soledad de la cosecha amarga que les toca a aquellos que no han sabido cultivar la amistad y, llevados por la arrogancia, el orgullo, el mal genio y el egoísmo, han sembrado vientos y soportan las tempestades de la peor soledad y el peor vacío. 

Quien ha tenido el tino, la sabiduría y la inteligencia de abrirse al amor, al afecto, a la amistad y al humor, es muy difícil que sufra la amarga soledad del fin del día. Uno ve a esos viejitos de la plaza que se enroscan en discusiones políticas y morales o en interminables torneos de bochas o ajedrez, a esas viejitas que van a clase de gimnasia o de danza folklórica en centros de jubilados, clubes o espacios verdes, a veces con su perro faldero o su tejido o su diario, y se da cuenta de que esos "solos" tienen compañía, que cada roto encuentra su descosido y que la peor muerte es la del aislamiento, el autismo y la bajada de brazos ante la "fiera venganza del tiempo".

No es bueno tenerle miedo a la soledad. Sólo hay que saber que lo que se pierde se puede recuperar de distintas maneras y con diferentes modos. Es terrible buscar en el nuevo amigo el símil de aquel que no está más; es tonto buscar el reemplazante de aquel amor inolvidable que nos llenó de dicha y que no volverá.

Es más inteligente procurar nuevos amigos, nuevos amores, nuevas compañías, que serán originales, distintas y por lo tanto estimulantes.


No hay peor solitario que el que se aferra a lo que ya fue o a lo que no pudo ser. El buscador de compañías, el que no se entrega, el que sabe hablar  consigo mismo y con sus queridos fantasmas se proyecta hacia un futuro lleno de sorpresas, con la ilusión de un niño al que siempre le falta algo por aprender.

08 agosto 2013

MERMELADA DE HIGO 'E TUNA


¡¡Al cabo de casi 4 meses de maduración, los higos de mi OPUNTIA FICUS-INDICA  maduraron!!

Si la flor era hermosa, no imaginan lo bonitos que se iban poniendo los higos mientras cambiaban de color.
Los probé el año pasado no más caerse la flor y eran durísimos. Al enterarme que tenían que madurar en la planta, (cosa lógica) decidí hacerlo este año.

Pasó el tiempo y acomodando otras plantas retrocedí y sin darme cuenta pisé uno que había en el suelo... qué desperdicio, pero metí el dedo en el centro y saboreé un manjar dulce  inimaginado.
Y ahí decidí que había llegado el momento de hacer el dulce. Como verán no estaban totalmente maduros pero ya quería hacer la experiencia. Así que los pelé con bastante cuidado, pues parecen no tener espinas,  pero tienen una pelusilla que pincha y se queda en los dedos mortificando bastante.
Ellos se defienden bien..
Al pelarlos quedan de un rojo maravilloso y brillante, pero se seguían defendiendo y yo no estoy práctica en esto.
Eran muy pocos, pero seguí en mi empeño. Los corté y en el centro tenían unas semillas pequeñas y duras. Tienen como una "baba" al igual que las hojas y resbalaban así que los puse con semilla para no desperdiciar.
En realidad la idea primitiva era hacer Arrope de Tuna, pero al colarlo me iba a quedar en nada, así que añadí azucar a ojo, no mucha pues no me gusta que tape el sabor y sabía que iba a quedar una "mermelada para degustar"
Hirvió, revolví, controlé, probé, todo a ojo.
Con mucho entusiasmo decidí que era el momento de apagar el fuego.
El frasco ya estaba preparado y esterilizado y procedí a envasar.
Quedó boca abajo para enfriar...
El dulce está riquísimo, extraño, más si consideramos que está con semillas y todo.
Algunas las quito otras las trago, en fin, que está muy bueno y lo hago durar un poquito.

Hoy que lo comparto con vosotros, encontré esta información interesante que enseña como pelarlos:

http://lasrecetasdesilvia.blogspot.com.ar/2011/03/como-pelar-higos-de-tuna-o-higos.html

Y esta porque parece ser que tiene muchas propiedades al igual que la hoja de tuna:

http://www.creadess.org/index.php/informate/sostenibilidad-socio-ambiental/consumo-responsable/14533-la-tuna-una-revelacion

¿Siempre hay que atreverse a hacer cosas verdad? El próximo saldrá mejor.