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13 diciembre 2007
Recordando
HOY ES SÁBADO: 9 de la mañana: recién comienza el 2003
Se fueron estas fiestas que me parecieron las más cortas, Navidad y Año Nuevo pasaron en un suspiro.
También se fueron mis hijos y mi nieta que ya estarán en Argentina, ahora espero su llamado.
Encendí el televisor. La imagen y las voces estridentes ahondaron la soledad del salón. La angustia ascendió desde el pecho hasta casi un sollozo. Era incapaz de llorar, tal vez por no perder la energía que necesito para sobrellevar este ostracismo, solo me queda volcar mis sensaciones en el papel.
Como siempre en la Tele hay poco que ver. Elijo el torneo, verde alfombra es lo más relajante. Suspiro hondamente mirando el golpe del golfista, impecable, correcto, el tiempo no lo ayuda, él comparte desde otro continente el gris plomizo y lluvioso, el viento implacable.
La pelota del eximio se desvía como mi pensamiento. Sé que tengo que armarme de valor pues esto es lo cotidiano, lo que repetiré en años, lo que la distancia hace con los que emigran. Sé que es ley de vida el alejamiento y la despedida parcial ó final de los que queremos, de los afectos, de “lo nuestro”.
Yo lo he anticipado con la distancia, lo siento como una redención, como una sesión del cargo a mis hijos, como un último ejemplo de supervivencia y valor. En este mundo duro y separatista sé que es la mejor manera de que se valgan por sí mismos, sin el dolor de mi muerte, y cuando ésta llegue, estaré tranquila pues ya estarán en el camino, seguros de sí y con menos desorientación ante su “solitariedad”.
Por ahora mi presencia está ahí, y lo que es mejor, solo estaré para acompañar sin interferir en su desarrollo. Entonces, cuando llegue mi final seguro que quedará mi esencia.
Veo nuestras diferencias y porque los respeto y los amo elegí este camino; más duro para mí que para ellos, aunque alguien piense lo contrario.
Apago el televisor, ya estoy mejor aunque mi mano titubee al escribir. Sabiendo que también esto me hace perder fuerza, me sobrepongo. Entre una pequeña lágrima y abundante moqueo, descarto la autocompasión, asumo mi momentánea tristeza. La energía vuelve paulatinamente a mi espíritu, aunque mi cuerpo aun no responde.
El gris invade la ciudad, las lámparas que entreveo por las cortinas de las ventanas son como pequeños soles en la nublada mañana. Todavía no quitaron las luces de Navidad que aunque apagadas, conservan la estrella con su cola de cometa.
La casa ya sin adornos y sin los juguetes, ropa y maletas de mi nieta y de mis hijos, es más amplia.
Aún aspiro el aroma de la pequeña y siento sus pasitos descalzos. Me parece oír el taconeo de las mágicas sandalias de “cristal y Cenicienta” que le trajeron los Reyes Magos. Me deleito recordando el pastel plástico que saboreamos y la taza de te sin té que me invitó a beber. Sonrío.
Comparto complacida el brillo de los ojos de mi hija al probarse el vestido y comprobar “que no está tan gorda”...y mi hijo mirando a la distancia con sus prismáticos nuevos, “alucinado” del original regalo que mira y remira, que acerca y aleja.
Supongo que acerté en los regalos.
Ellos también.
Agarro mi nueva agenda 2003 y la aprieto contra mi corazón. Es un regalo para todo el año, es un regalo que nos aproxima día a día.
Hora de ducharse y salir a caminar, a vivir la vida con alegría e ilusión, con esperanzas
HOY ES SÁBADO; 10 de la mañana; recién comienza el 2003
A jueves 13 de diciembre de 2007, la funcionalidad de la agenda persiste, ya me acerca más al 2008 año en el que retornaré con ellos.
Año de alegría y de adaptaciones, de despedidas y más recuerdos.
Mi agenda retornará conmigo, ahora hará su servicio a la inversa, ya anoté todos los teléfonos y direcciones de los amigos entrañables que coseché en España.
Entre una pequeña lágrima y abundante moqueo, descarto la autocompasión, asumo mi momentánea tristeza. Seguiré adelante siempre con fe y esperanza, con ilusión y alegría.
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Soy un hombre de cuarenta y me he hecho parecidas reflexiones desde hace algunos años. Inevitable envejecer y quedar solos. Si hemos de morir; y en esto no hay ninguna duda, inútil evitarlo. Pero podemos tener nuestros últimos días de forma placentera; eso, lo deseable, tampoco depende enteramente de nosotros pero nos ilusionamos tanto. No quiero ser carga de mis hijos, quiero poder tener recursos suficientes para vivir y morir con dignidad. Me azota una pesada carga existencialista que me deprime. Pero he encontrado una forma de cultivar amigos; una forma de sentirme menos solo: el bloguear. Por personas como tu, vale la pena hacerlo. Un abrazo. H.
ResponderBorrarQue yo mire atrás muy a menudo es normal, pero que una mujer todavía muy joven lo haga no es excesivamente bueno, aunque siempre es agradable recordar.
ResponderBorrarLa Navidad es lo que tiene recuerdos, añoranzas, ilusiones, tristezas...
Un abrazo
Rosita querida: Que linda y emocionada reflexión, la ausencia, la soledad, la expatriación, la tristeza, la esperanza. Toda una belleza.
ResponderBorrarPor cierto que ahora me entero de que tu decisión de regresar a tus pampas, montes y cañadas, el año 2008, no es de ahora, pues según tu misma dices, ya estaba en tu mente hace años.
¿Es asi?
Besos.
Muy buena reflexión,la misma me he
ResponderBorrarhecho yo muchas veces, pero me he dicho no bale quejarse lo importante es ver a los hijos felices y viviendo su vida,no tenemos porque ser una carga para ellos.Debemos emplear nuestro tiempo en hacer cosas que nos haga sentirnos bien y si podemos echar una mano ayudando a alguien mejor todavía trabajo como voluntaria en mi parroquia además ahora tengo mi blog que me da mucha satisfacción,
Mi deseo es no agobiar a mi familia y vivir sintiéndome útil.
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ResponderBorrarRosamaría sabes qué estoy de acuerdo con la decisión que tomaste,pero ya estoy sufriendo por tu próximo viaje a nuestra querida y destrozada Argentina.Por suerte hoy disfrutamos un día con amigos entrañables y me voy adormir sabiendo que mañana será otro día y que aún estaremos juntas y gozaremos nuestra amistad. Te mando un fuerte abrazo y te deseo paz, salud y amor. MªLuisa
ResponderBorrarAnónimo: no eliminé tu comentario por nada, simplemente que como siempre le doy a los botoncitos para probar,y se eliminó.Quería ver tu blog, tienes que comentar con tu seudónimo, si no no puedo visitarte. Perdona, de todas maneras tu comentario era interesante. Gracias
ResponderBorrarMARIA LUISA: En realidad es una decisión bien tomada, estoy feliz y hasta tengo ganas de adelantar el viaje, cosa que por supuesto no voy a hacer. Gracias por tu amistad: Rosi
Homero: Es alentador encontrar gente como vos, aunque pienso que tenés que disfrutar tu juventud. Desde mi edad los "cuarenta" es solo el comienzo, estás en época de sembrar, no te ates solo al blog. vive la vida y desparrama tu cariño a los que te rodean físicamente, luego vendrá el tiempo de cosecha como es mi caso. Cuando los hijos y los nietos llegan entonces es hora de buscar actividades paralelas que colmen tu ser, siempre cultivando el espíritu y también las amistades que tienen que ser palpables. El blog es un llena espacios bueno, pero no te enganches solo a él.
ResponderBorrarEspero no haber malinterpretado tu comentario y deseo que no malinterpretes este.
un abrazo y FELICES FIESTAS.
Tu amiga virtual: Rosa María