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28 septiembre 2019

JULIO LE PARC




Estuve de muchos paseos por la ciudad, algunos en Museos.

Algo nuevo para mí pues no conocía el Centro Cultural Kirchner, ubicado detrás de la casa de Gobierno en pleno centro.

Y allí fuimos y digo fuimos porque vino mi sobrina de Alemania y por lo tanto hubo muchas recorridas que impidieron que me conectara con vosotros.

La Ciudad de Buenos Aires es inabarcable en un día, ni siquiera en dos ni en tres. Trenes, subtes, combinaciones de metro, todo ello con un clima de otoño apacible que  hizo agradable los recorridos. Ya saben que vivo en Ramos Mejía, provincia de Buenos Aires, eso hizo un poco más largo mi recorrido, no así el de mi sobrina que se alojaba más cerca del centro de Buenos Aires.
Eso sí, a determinadas horas, especialmente al regresar todo ello bastante abarrotado de gente que vuelve del trabajo. Nada insalvable con tiempo y paciencia que es lo que nos sobraba.

El edificio del CCK  es hermoso en sí mismo, la organización muy buena, las salas impecables, entrada libre para jubilada y estudiante, a pesar de ser extranjera.  



La muestra de JULIO LE PARC me pareció estupenda. 






Desconcertante pues iba sin haberme informado antes de su obra.



Urticante y actual...





Sorprendente por el enfoque de las construcciones.

En la siguiente vemos como pasa una persona por el pasillo  delante del cuadrado rojo y detrás del panel anterior, donde desde nuestro punto de observación vemos el cuadrado cambiando según nuestra posición..






En las anteriores vemos como cambia un círculo desde dos puntos fijos que van rotando y variando la forma.






    

Hasta aquí muchas salas... salimos a un semicírculo donde estaban estas deslumbrantes composiciones:










Seguimos por salas oscuras, oscurísimas donde los juegos de luz maravillaban como todo lo anterior






     

   
Había mucho más pero mi práctica con la cámara daba para poco ante juegos de luz tan cambiantes.
La lámpara de la entrada era la clásica de Le Parc, la foto no salió muy bien.


Al terminar la visita que hubo que acelerar, tomamos un taxi para ir a San Telmo, barrio típico de Buenos Aires
Las clásicas manifestaciones y piquetes que interrumpían el tránsito nos retrasaron así que solo nos dio tiempo a comer disfrutando de tango y folklore. Aquí ya eran  las 4 p.m.. de un hermoso y entrañable jueves.



La imagen puede contener: 2 personas, incluido Rosa Favale Macías, personas sonriendo, personas sentadas, tabla, exterior y comida


 La recorrida por San Telmo quedará para cuando mi sobrina venga a Argentina la próxima vez.

10 septiembre 2019

¡¡FELIZ DÍA DEL MAESTRO!!


Imagen relacionada

El autor de la nota.

Mex Urtizberea
Dentro de cincuenta años poco va a importar cuánta gente fue a la plaza, dará lo mismo quién ganó la batalla del rating este año, serán del olvido los bailes eróticos de Nazarena Vélez, los jugadores que no entraron en la lista para el mundial de Alemania, los legisladores que armaron su monobloque, y también El Código Da Vinci.

Lo que, definitivamente, sí estará presente, es aquello que se haya hecho hoy por la educación.Dentro de cincuenta años probablemente Kirchner sea el nombre de alguna avenida en Santa Cruz, Macri sea un apellido que se lea en una placa del club Boca Juniors o del Congreso, a Carrió se la podrá ver sólo en fotos, a Ben Laden en una estampilla de correo privado de Medio Oriente y a Bush en una estatua en una plaza perdida de Texas.

Lo que sí podrá verse, en vivo y en directo, y será imposible no ver, es lo que hoy se haya hecho por la educación.Dentro de cincuenta años usted y yo seremos un recuerdo, o un olvido, pero no lo serán nuestros hijos ni nuestros nietos: para ellos será este país mal educado o bien educado, según lo que hoy se haga por la educación.Dentro de cincuenta años no quedará ni rastro del debate sobre si está bien o mal que un niño use celular, si Maradona se droga o no se droga, si María Eugenia Ritó es mejor vedette que Emilia Attias.

Lo que sí podrá encontrarse en cada rincón del país son los rastros del debate que se necesita abrir hoy sobre la educación.Dentro de cincuenta años no será más que un número lo que se invierte ahora en seguridad, no le servirá a nadie lo que se haya gastado en campañas políticas, no será ni recuerdo qué comportamiento tuvo la Bolsa este año o a cuánto cotizaba el dólar.

Lo que sí se notará visiblemente es lo que hoy se invierta para educación.Dentro de cincuenta años usted y yo seremos el pasado, como lo serán Kirchner y Macri, Nazarena Vélez, Carrió y el autor de El Código Da Vinci, y María Eugenia Ritó y los jugadores del Mundial, pero no lo serán nuestros hijos ni nuestros nietos: a ellos les tocará un presente de país educado, según lo que se haga hoy por la educación.

Y quien haga hoy algo por ella, quien muestre verdadero interés y se ponga a trabajar ahora apasionadamente para mejorarla, extenderla, financiarla, multiplicarla, quien se desvele para que llegue a todas partes, para que nadie quede afuera por razones económicas o geográficas, para que tenga calidad y que la calidad sea gratis, quien entienda que un país mal educado es un país condenado a muerte, y modifique este destino, entonces su nombre no será del olvido: dentro de cincuenta años estará presente en todos los rincones del país, será recordado con admiración y respeto.Y no será sólo estatua, o calle, o foto, o estampilla.

Dedicado a todos los que se ocupan de la silenciosa tarea de educar...