A falta de paseos por el
exterior hoy el paseo es por la terraza.
Madrugo como siempre y buscando los
lugares estratégicos que ésta me brinda practico un poco de gimnasia.
Extraño el gimnasio, mis compañeros, los
complementos de pesas pero me ingenio para hacerlo aquí.
Lo primero es carga en piernas y muñecas.
En esta terracita practico salto, elevación de tobillos, extensión de gemelos y
talón de Aquiles. Aprovecho todos los desniveles para fortalecer y elongar piernas, si no, no hay
colectivo al que se pueda subir o descender, no ahora, pero hay que estar
preparada para cuando se pueda viajar. Tienen el escalón altísimo y para bajar,
siempre lo hago saltando con las dos piernas, si no con mis piernas cortas se
me dobla mucho la rodilla… No se rían,
es así, es un drama para los mayores.
Los brazos después de calentar tal como
hago con piernas los ejercito según la hora en esta otra terraza porque el sol
ya aprieta y aprovecho la sombra del edificio colindante.
Bastón arriba y al
centro, a los lados y hacia atrás y arriba y abajo más intenso. No hay música
porque a las 8 de la mañana no se puede despertar a los vecinos, pero sigo con
buen ritmo.
La reclusión comenzó en Marzo y así
seguimos. Al principio se escuchaba música, ya no, se nota que los vecinos
sienten la misma desazón que yo.
Sigo: Al final, cuando el cuerpo está bien
preparado también me sirve la escalera con unas cuantas subidas y bajadas, inclusive
me sirve el pasillo para hacer laterales sin preocuparme por el espacio, total
a esa hora todavía duermen.
Las plantas alegran la práctica. Les
muestro algunas y también la “toldería” que armé con la “media sombra”, porque
las temperaturas son muy altas en verano y ya llegaron anticipadas. El sol
empieza a agobiar y abro y cierro según la hora, especialmente por la albahaca imprescindible para muchas de las preparaciones culinarias.
Viene bien porque al mismo
tiempo tengo solárium propio y me nutro de Vitamina D.
Este
empuje energético comenzó cuando un tiempo atrás buenos amigos de los blogs, me
ayudaron a salir del “adentro” en el que me había metido. Gracias a ellos,
estoy recuperando mis rutinas.
Es bueno tener buenos amigos. Los abrazo con cariño.