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23 septiembre 2018

LLEGÓ LA PRIMAVERA




Ya nació la Primavera.
En realidad no nació se trasladó desde otro lugar del Planeta.
Qué suerte que ella no tiene que pensar en maletas, siempre trae consigo todo, flores, renacer, tempestades, vientos,  calor y también heladas.
Se exime de pasar por controles pues ella misma decide cómo va a ser su paso por aquí.

Es bastante irregular.
Esta preciosura es variable como una jovencita que coquetea con el Otoño que se fue y el Verano que viene.
Aún así nosotros la amamos por lo que representa ya que llena de brotes nuestro jardín, el huerto y también los árboles frutales que se adornan con delicadas flores para luego estallar en frutos.
Poco más que agregar de esta jovencita que ha llegado solo decirles:

                                         ¡FELIZ PRIMAVERA!

12 septiembre 2018

EL TRABAJO, LA NECESIDAD O VICEVERSA

Ayer me acosté cansada… supe reconocer el cansancio así que me acosté temprano, dejé todo como estaba y a la cama…
Nada de televisión, tampoco radio. Es importante no engancharse pues después la mente hace un “clic” y sigue, entonces el descanso se retrasa y seguimos hasta cualquier hora.
Trabajé en lo mío, que es terapias manuales de tratamiento, de Reiki o relajantes.
¡Qué bien amanecí!

Hoy al despertarme me pregunté:
¿Por qué tanto?
Rápidamente me contesté:  
Porque hay personas a las que no se puede dejar en la estacada.
Seguí preguntándome:
¿Por qué tanto?
Agregué:
Porque necesito esa entrada para cumplir con el gasto del dentista.
Luego me dije:
Podría haber usado los ahorros.
Pero enseguida pensé:
Si gasto esos ahorros pudiendo trabajar, me quedaré sin ahorros y quién sabe si mañana podré juntar lo mismo…

De ahí derivé a que los ahorros son para gastos mayores y este gasto, aunque lo sea, no lo es realmente, puesto que lo puedo solventar generando el importe por lo menos en parte.
En realidad si no genero dinero, en estos tiempos que corren, los ahorros se terminan y el trabajo por pequeño o esporádico que sea hace que los mismos queden allí.
Sigo pensando:
No es que lo haga por que sea mayor, es que esa costumbre adquirida  (no de acumular sino de ahorrar) viene de antes. De no esperar que las “papas quemen” para generar entradas.
Creo que las costumbres cambiaron, hay muchas cosas maravillosas, tantas que ya todo lo que entra por el ojo, desde lo más pequeño e innecesario hasta lo que realmente hace falta, es comprable y no reparamos en lo que es verdadera necesidad hasta que ya la billetera quedó vacía.

Entonces se recurre a la tarjeta de crédito que vacía más aún esa billetera  y lógicamente nunca hay un ahorro verdadero.
Este gasto de la tarjeta de crédito necesario en algunos casos, es nefasto en otros, pues no hay sueldo o trabajo por cuenta propia que alcance.
Creo que en muchos casos hay un pensamiento erróneo en cuanto a la inversión desmedida del dinero.
Claro que cada cual lo usa como y donde quiere, pero muchas veces el impulso primero trae complicaciones luego.

Estoy muy consciente de que la falta de trabajo, la inestabilidad, los aumentos y todo lo que aqueja en este momento a mi maravilloso país trae grandes problemas a la gente.
Todos los gastos de la casa y de la recreación son necesarios, pero... creo que hay una cultura de lo desmedido, es decir, no medir, no cuidar y comprar irracionalmente.
Esto seguramente está dado por ansiedades, disconformidad, falta de equilibrio para sobrellevar el mal momento que se está viviendo, falta de trabajo, rechazo a cambiar costumbres que desde luego deseo sean momentáneas, malas remuneraciones, y tantos otros motivos.
Es por eso que hay que buscar un equilibrio entre entrada y salida que aunque no quede remanente por lo menos no genere deudas.

Y como me voy por las ramas, me quedo con el pensamiento de que a cualquier edad y en cualquier circunstancia,  sea la edad que sea generar entrada y ahorrar tienen que estar en un equilibrio justo, acorde al gusto de cada uno y también a la entrada...
Pero en tiempos de crisis como los que se están pasando siempre es mejor, dentro de lo posible, no quedarse dormidos.
También como siempre  y en todos los tiempos, conviene ser previsor pues mientras subimos no podemos saber cuándo nos vamos a caer.
La palabra ahorro parece en desuso, llamémosle previsión pero en todo caso, siempre es mejor gastar hasta donde uno puede y no de más, especialmente en época de crisis.
La palabra en este caso es capacitación: Hoy en día se necesita capacitarse más que nunca. 
Se comienza una cosa, se salta a otra y no hay concreción en ninguna, con el hecho de que "no es lo que yo pensaba" no se termina, no se da como yo imaginaba. Es que las materias se dan y uno después tiene que seguir investigado, practicando, inventando si es posible...
Es la época en que todo lo quieren hecho a medida.
Eso se extiende luego al trabajo: Este trabajo no me gusta, no me siento cómodo, no es lo que yo quería... 
Cuántas veces suele pasar que nos ilusiona lo que se promete por los medios, eso generalmente es irreal e ideal. 
Se necesita vocación, aplicación, constancia, continuidad y mucho amor a la vida ya que de eso depende nuestra subsistencia posterior.
La realidad no se adapta tan fácilmente a nosotros, nosotros tenemos que encontrar un equilibrio entre la realidad y lo que nosotros podemos brindar... Lo que nosotros podemos aportar.

Escuchamos siempre lo mismo:  El dinero no alcanza para nada. 
Hagamos un inventario de lo que podemos gastar con el dinero que tenemos...
Sí, generar entrada es duro, otra entrada más duro todavía,  pero es la única forma en vez de quedarse lamentando y esperar que el trabajo llegue a uno y que la crisis pase sin dejar cicatrices, como en los tiempos de nuestros mayores.

Por cierto: Ya no me duelen las muelas, las despedí agradecida y tengo que remplazarlas, cosa que haré en un justo equilibrio acorde a mi disponibilidad.

ROSA MARIA E. FAVALE MACÍAS

07 septiembre 2018

TORTILLA DE HOJAS DE REMOLACHA AL HORNO

 Tengo por costumbre comprar acelgas y si están lindas, remolachas con hojas y todo... Separo los troncos de acelga y los blanqueo primero, es decir 2 minutos, los quito, pongo en colador y en esa misma agua pongo las hojas también unos 3 minutos, dándolas vuelta para que cocinen apenas y parejo.  Aquí ya pasé los troncos escurridos a un plato y pongo en el colador las hojas, que escurro por porciones cuando están frías...
Es cuando formo los paquetitos que envuelvo con papel film y pongo en frizzer... congelador. Esto ahorra gasto, tiempo y esfuerzo.
Con las hojas de remolachas hago lo mismo...
 Aquí ven  el paquetito de remolachas con tronquitos y todo que quité y congelado lo voy cortando así, pues da menos trabajo que andar picando.
 Aceité y puse polenta para que no se adhiera y quede una cubierta crocantita.
 Hay que darle volumen: entonces piqué apio,  media cebolla y rallé media zanahoria, todo para guardar una proporción, pues el "paquetito" de remolachas no era muy grande-
Dos huevos y una cucharada  de maizena, para hacerlo más alimeticio y que controle el jugo  sobrante de las verduras.

 Media cucharada de Levadura Royal, que nunca puede faltar para que salga más esponjosa.
 Agregar las verduras picadas, sal, pimienta, nuez moscada a gusto y si tienen, apetecen y les gusta...yo lo agregué, queso de rallar a gusto.

 Colocarlo en pirex, asadera o lo que utilicen. Como verán no quedó muy abundante... Sobre ello, pimentón y aceite bueno.
Este es el resultado.

Comí la mitad y estaba muy buena.

La otra mitad la corté en bocaditos que comió mi nieta fríos y aún así estaban buenos, según su comentario.
Con la acelga uso el mismo procedimiento usando un paquete de troncos y uno de las hojas que envasamos por separado, o los que les parezcan necesarios.

En este caso tendrán que ver si hacen falta más huevos, un poco más de maizena, o queso de rallar. Tendrán que evaluar y calcular ustedes.