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21 marzo 2014

RUCTARE... ¿UNA COSTUMBRE ACEPTADA?


Un tema que produce cierto malestar ¿Verdad?


Resulta paradójico pensar como un mismo acto puede ser tan disparmente recibido a lo largo de las diferentes etapas de la vida y de la historia.
Lo que en un niño sólo nos produce una sonrisa conmiserativa, en un adulto y en nuestra sociedad occidental es recibido con una mueca de desagrado.
Sin embargo, no todas las culturas reciben o han recibido este acto de “alivio personal” con idéntico desagrado, pues en el mundo árabe los comensales no se limitarán a escuchar este “grato sonido” por parte de su compañero de mesa, sino que las reglas del protocolo les permitirán asistir a un verdadero duelo de eructos con el propio anfitrión. Esta es la señal que indica la plena satisfacción por los manjares recibidos. A veces, incluso el cocinero se une a este complaciente coro.
Volviendo al mundo occidental y, a pesar de nuestro remilgado rechazo al eructo en la actualidad, no debemos olvidar que nuestros antepasados romanos lo practicaban e incluso, podemos decir, que con cierto entusiasmo, como medida de prevención de problemas intestinales.
Si acudimos a las fuentes clásicas muchas son las referencias a los aires contenidos y su recomendación de expulsión.

La escuela de Salerno recoge en su Régimen sanitatis Salernitatum las consecuencias médicas producidas al no expulsar los gases ocasionados por las comidas:
"Cuatro males proceden del aire retenido en el vientre: espasmos, hidropesía o sed rabiosa, cólicos y vértigo”
También Hipócrates hace mención al tema de los aires:
“Pero hay algunos que si salen de su norma no se librarían fácilmente de sus consecuencias y padecerían lo indecible con alterar su régimen un solo día, y si me apuras ni siquiera completo. En el caso de los que hicieran un almuerzo no habitual, porque al momento se sentirán cargados y abotargados física y mentalmente, llenos de somnolencia, amodorrados y sedientos; y si por añadidura cenan, tendrán flatulencias, retortijones y vientre suelto. [...] Es más, si intenta cenar, el alimento le resultará desagradable y no podrá tomar lo que normalmente cena los días que ha hecho su almuerzo habitual: esos mismos alimentos, al ir bajando con retortijones y ruido, provocan ardor de estómago y son causa de insomnio y sueños agitados. Para muchos ése es también el comienzo de una enfermedad.”
Hipócrates, Tratados hipocráticos, Sobre la medicina antigua.

Galeno I, 35-36, explica los diferentes tipos de eructos:
"los eructos nidorosos (Del latín nidor, olor de una cosa quemada). (Dícese de todo lo que presenta un olor de hidrogeno sulfurado o de huevos podridos) o de otro tipo, como los que huelen a huevos fritos o a algo más fétido y podrido. Y el de los eructos nidorosos admite haber ingerido después de una comida una torta grasienta, como la elaborada con aceite e itrio. Y otro, el que eructa con olor a huevos fritos, reconoce que sus eructos proceden de su ingestión. Un tercero, después de haber tomado muchos rábanos, tiene eructos fétidos y podridos"
(Esclavos sirviendo banquete, mosaico de Cartago- Louvre-París)

Así pues, tras ver los problemas que ocasionan se recomienda:
“En cuanto a los aires y flatulencias lo mejor es que salgan sin ruido y sin ventosear. Pero es mejor que salgan incluso con ruido, que el que sean retenidas allí y se acumulen en el interior. Aunque en el caso de salir así, indican que el individuo sufre algo o bien está fuera de sus cabales, a no ser que el hombre actúe así de buen grado al expeler sus aires”

Hipócrates, Tratados hipocráticos, El pronóstico.
“Cuando se tienen eructos sin dolor en el epigastrio, hay que beber de cuando en cuando un poco de agua fría y no agitarse […] cuando se tienen eructos amargos, acompañados de dolor y de pesadez en el epigastrio, es necesario recurrir sin tardanza al vómito” Celso, Los ocho libros de la medicina, X

Simón.- Y tú ¡por qué diablos me eructas tu borrachera en la cara?
Pseúdolo.- ¿No ves que estoy completamente borracho?
Simón.- ¿Sigues eructándome a la cara?
Pseúdolo.- Mi eructo huele a rosas.
Plauto, Pseúdolo, VII, 1300

Claudio, conocedor de todos estos problemas, promulga un Edicto en el que está permitido expulsar los gases en los banquetes:
“Se dice incluso que tras haberse enterado de que un invitado había caído enfermo por contenerse para guardar las formas, había proyectado promulgar un edicto para permitir expulsar los gases y las ventosidades sonoras en medio del banquete”.
Suetonio, Vida de Claudio, V, 32

Pese a estar amparado por la ley, Plinio, el Joven, nos muestra la discreción que caracterizó a Trajano:

“¿No comes siempre en público? ¿No está siempre tu mesa abierta a todo el mundo? ¿No te resulta a ti tan grato como a nosotros participar de los mismos banquetes? [...] ¿Y en cuanto a la duración misma de las comida, aunque tu frugalidad reduce el tiempo que dedicas a éstas, no las prolonga, sin embargo tu afabilidad? Ciertamente no te hartas de comida en solitario antes del mediodía para acechar luego a tus comensales, vigilándolos y tomando nota de lo que dicen, ni te presentas bien saciado y eructando ante unos invitados que no han comido y tienen el estómago vacío para arrojarles más que servirles unos platos tales que tú no te dignarías siquiera a tocar, ni en fin, después de haber soportado con disgusto este insolente simulacro de banquete, vuelves a entregarte a tus secretas orgías y ocultos excesos. No admiramos, por lo tanto, ni el oro ni la plata de tus vajillas, ni el exquisito refinamiento de tus platos, sino tu afabilidad y tu buen humor”
Plinio, el Joven, Paneg. a Trajano, 49, 5

Para prevenir estos problemas gástricos se invita a la ingestión de ciertos alimentos:
“Los panes secos, de harinas bien molidas […] se disuelve tranquilamente. De modo que hace su recorrido lentamente, pero sin producir gases ni eructos, frente al pan de cebada bien molido, que es laxante pero produce muchos más gases”
Hipócrates, Tratados hipocráticos, Sobre la dieta, 40

Los alimentos que producen menos gases son la caza, los pájaros cocidos con trampa, los peces, las frutas, las aceitunas, los crustáceos, los huevos frescos, cocidos o pasados por agua y el vino añejo. El hinojo y el aneto (eneldo) favorecen la expulsión de los aires”. Celso, Los ocho libros de la medicina, XXVI
Y evitar ciertos alimentos:
“Las habas (chauchas) son algo sustancioso, pesado y flatulento. Los guisantes (arvejas) dan menos gases […] Los huevos de aves son un alimento flatulento, porque de un volumen pequeño se desarrolla enormemente. […] El mosto produce gases porque calienta. […] Los ajos producen gases por la retención del aire interno […] Las granadas vinosas son muy flatulentas […] Los melones son diuréticos, pero dan gases.”
Hipócrates, Tratados hipocráticos, Sobre la dieta, 49, 50, 52, 55
“Los alimentos flatulentos son casi todas las legumbres, todas las sustancias grasas, dulces y jugosas, el mosto, e incluso el vino nuevo. Entre las plantas de huerta, el ajo, la cebolla, la col, todas las raíces, exceptuando el reponcho (No encontré traducción) y las pastinaca (Pastinaca sativa, la chirivía, es una raíz que se emplea como hortaliza, muy relacionada con la zanahoria, aunque más pálida y con más sabor que ésta. Su cultivo se remonta a tiempos antiguos en Eurasia); los bulbos, los higos secos, y sobre todo loe verdes; las uvas frescas, toda clase de nueces, a excepción de los piñones, la leche, las diferentes clases de quesos y en fin, toda sustancia mal cocida. ”
Celso, Los ocho libros de la medicina, XXVI

“Las bellotas comidas ocasionan flatulencias”
Dioscórides, Plantas y remedios, I, 106
“La cebada es diurética, detersiva (lo que tiene la propiedad de limpiar o purificar), flatulenta, dañosa del estómago” Dioscórides, Plantas y remedios, II, 86
“La cerveza es dañosa de las meninges y flatulenta”
Dioscórides, Plantas y remedios, II, 87
“El haba helénica engendra ventosidad, flatulencia” (Chaucha)
Dioscórides, Plantas y remedios, II, 105
“Mi hortelana me ha traído malvas que aligeran el vientre y una opulenta variedad de cuanto produce mi huerto: la pomposa lechuga y el puerro ya en sazón; no falta la pimienta que provoca el eructo ni la hierba salaz (No encontré traducción, imagino… tómenlo con pinzas que es el Anís) Sumad a esto bromas sin hiel, libertad que no os avergüence mañana y frases de que no quisierais arrepentiros. Que mis convidados hablen de los azules y de los verdes; mi vino no embriagará hasta hacer ninguno de vosotros un acusado.”
Marcial, Preparativos de convite, X, XLVIII

Veamos cuáles son los curiosos remedios propuestos por Dioscórides, en su libro Plantas y remedios:

Los nardos bebidos con agua fría son una ayuda para las náuseas y para las flatulencias” (I, 7)
“El costo bebido,(posiblemente quisieron poner mosto, pues no encontré traducción) en cantidad de dos onzas, con vino y con ajenjo sirve contra los espasmos y las flatulencias” (I, 16)
“La raíz del helenio sirve, tomada en electuario con miel, viene bien a la tos, a los espasmos y a las flatulencias” (I, 28)(Hierba del moro)
“El enebro bebido es eficaz contra los retortijones, flatulencias y toses” (I, 75)
“Las manzanas que están sazón en primavera engendran flatulencias” (I, 115)
“El caldo de gallo viejo es conveniente contra asmas, artritis y flatulencias de estómago” (II, 49)
"El testículo del castor bebido con vinagre actúa contra las flatulencias, hipos y retortijones” (II, 24)
"El astrágalo de cerdo quemado hasta que de negro se vuelva blanco, majado y bebido, aleja las flatulencias de colón y retortijones de tripas” (II, 58)

Beneficios ocasionados al expulsar los aires:

Trimalción: “Perdonadme amigos, hace ya unos días que no me responde el vientre. […] Ahora espero que mi vientre vuelva a entrar en la norma de siempre. De lo contrario, siento unas resonancias por el estómago, como si se tratara de un toro. Por consiguiente, si alguno de vosotros tiene que hacer una necesidad, no debe apurarse. Ninguno de nosotros nace sin válvula de escape. Yo creo que no hay mayor tormento que aguantarse, es lo único, por cierto que ni Júpiter puede prohibir. ¿Te ríes, Fortunata, porque de noche no sueles dejarme dormir? Tampoco me parece mal que la gente se desahogue en la mesa, por su parte los médicos no aconsejan contenerse. Si alguien tiene ganas de cosas mayores, todo está a punto en el exterior: agua, bacín y demás menudencias. Creedme, si los gases os suben a la cabeza, producen flatos en todo el organismo. Sé de muchos que se han muerto por ese motivo, aunque ellos no hayan querido reconocer su verdadero mal”
Petronio, El Satiricón, 47
.

Tu cara es perfecta, tu cuerpo no ofrece el menor defecto, y sin embargo ¿no te llama la atención que es raro el hombre que te codicia y menos por segunda vez? Es que tienes, Galla, un defecto bastante gordo. Siempre que el deseo me acercó a ti, en el momento más crítico, algo habla de ti que no es tu boca. ¿Por qué los dioses no harán que seas tú quien hable y no otra cosa? ¡Me irrita esa locuacidad! Preferiría que ventoseases, porque -al decir de Simmaco- eso es bueno para la salud y a la vez provoca risa. ¿Pero quién puede reír con los ruidos de otra procedencia? Cuando eso escucho, mi rigor y mi voluntad decaen. Háblame al menos y que tu voz oculte otras ruidosas manifestaciones. Ahora bien: si eres muda, aprende al menos a hablar por ahí”
Marcial, A Galla, VII, XVIII

Las fuentes clásicas nos han mostrado claramente que el mundo antiguo no presentaba las inhibiciones que actualmente se tienen al respecto, aunque, pese a ser considerados saludables, fue necesaria la publicación de un edicto imperial para que fueran socialmente mejor aceptadas.
Plurimam salutem!

Fuente:
derecoquinaria-sagunt.blogspot.com.ar
Imágenes:
Seleccionadas en Internet por Revista de ArteS

Es copia de la Revista de Artes.

04 marzo 2014

POSTRE DE VAINILLAS, MANZANA VERDE Y COCO... A MI MANERA

                

Ingredientes…   A ojo…


1 Manzana verde, 12 vainillas, nueces a gusto, coco rallado a gusto, queso crema 2 cucharadas grandotas,  Gelatina de pera o manzana 2 cucharadas.
Café de Malta o de grano fuerte, almíbar liviano, 2 cucharadas de Ron.

Para el molde:
Una cintura rectangular o redonda… Yo no tenía del tamaño requerido.
O un molde desmontable si usan el doble de la preparación.


O simplemente un molde de budín inglés chico como el que usé, enmantecado con abundante manteca, pero abundante, y espolvoreado con cacao amargo.

Esto lo hice así previendo que para desmontar iba a ser un engorro, y pensando que una vez bien frío, si lo pasaba rápidamente por la llama de la cocina iba a poder desmoldarlo bien.

El motivo era que tenía que viajar con paquetes y por eso lo llevé en el molde de budín inglés.
Así llegó intacto y  pude desmoldarlo bien en lo de mi amiga y ponerlo en la heladera ya en un plato apropiado.

PREPARACIÓN:

Herví  la manzana  pelada  y cortadita como ven, con 3 Cucharadas de agua y 2 de azúcar, pueden poner edulcorante si es su gusto.


Una vez coladas y dejadas escurrir para que soltaran todo el jugo, las trituré.
El almíbar lo guardé para lo que continúa…

Agregué el queso crema y lo integré en la misma trituradora.


En el almíbar caliente con todo el sabor de la manzana incorporé la gelatina de pera (era la que tenía en el armario)
Disolví 2 Cucharadas allí mismo y lo agregué al batido anterior.
No esperé que enfriaran ni las manzanas, ni la gelatina.



Piqué las nueces mientras se entibiaba todo…

Hice el almíbar liviano como de costumbre, le puse el ron y lo dejé un poquito para que evaporara el alcohol… Mmmm… ¡Cómo me gusta el ron en postres y tortas!


Y me puse a armar el postre…
Embeber las vainillas como de costumbre, lo suficiente para que no se deshagan… Acomodarlas en el molde.

Poner parte del relleno y abundante coco por arriba.

Repetir la operación y poner el resto de la preparación. Más coco rallado.


Bastantes nueces picadas por arriba y a la heladera (Nevera)



Pensé que al desmoldar las nueces quedarían aplastadas y metidas en el relleno pues no podría darlo vuelta de nuevo, y así fue, pues quedaron como piso.

Dicen que” La necesidad tiene cara de hereje” y es así como una va inventando e intentando en la cocina cuando hay pocos ingredientes, el supermercado está cerrado o el traslado hace todo más dificultoso…

Además también es bueno hacerse unos mini postres como estos cuando sobran  2 vainillas.


Receta: Embeberlas en el líquido que siempre sobra, poner dulce de leche, nueces y coco por arriba...
¿No se les hace agua la boca?

Era mediodía así que mientras hacía esto, aproveché para hacerme la comida… le dí un blanqueado a las hojas de remolacha que cuando están buenas son deliciosas…


Las piqué un poco y les agregué 2 huevos batidos con 1 cucharadita de Royal, sal y jengibre en polvo, de allí a la sartén directo. Fuego suave y tapadas con cualquier tapa que tengan a mano…



Dar vuelta… ¿Ven que linda queda sin arrebatarla?


Un poquito del otro lado y al plato…


Les cuento que mi almuerzo estuvo muy buenol

No saqué fotos del postre presentado y cortado en lo de mi amiga pues no me parecía oportuno, pero  quedó vistoso, rico por el chocolate amargo en los lados y tuvo mucha aceptación.

Fue una hermosa reunión, donde degustamos todo lo bueno que había elaborado mi amiga, intercambiamos, recetas, opiniones, hablamos de todo y lo pasamos de diez.
¿Qué más se le puede pedir a la vida sino tener buenos amigos?