EL AGUA... la que corre sin control porque pierde el water, la manguera que queda a un lado mientras pasamos jabón al coche o tomamos un mate, o charlamos con el vecino, les cuento que ahora hay un pico con interruptor... El grifo abierto mientras jabonamos un plato, o tomamos un mate, o charlamos con el marido, o cuando nos lavamos los dientes, mientras le hacemos morisquetas al espejo... O hablamos con la boca llena de espuma mientras el agua corre... Hay que cerrar las canillas amigos... No se sabe cuán preciado es este bien hasta que merma o lo perdemos, pasa lo mismo que con las personas. Ducharse un poquito más rápido, inculcarle a nuestras niñas adolescentes que lo hagan en menos tiempo y con temperatura un poco más moderada, además decirles que ducharse con agua muy caliente abre mucho los poros, la piel sufre y es más receptiva a bacterias, picor, u otros.
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20 enero 2009
CUIDEMOS EL PLANETA ES EL ÚNICO QUE TENEMOS
EL AGUA... la que corre sin control porque pierde el water, la manguera que queda a un lado mientras pasamos jabón al coche o tomamos un mate, o charlamos con el vecino, les cuento que ahora hay un pico con interruptor... El grifo abierto mientras jabonamos un plato, o tomamos un mate, o charlamos con el marido, o cuando nos lavamos los dientes, mientras le hacemos morisquetas al espejo... O hablamos con la boca llena de espuma mientras el agua corre... Hay que cerrar las canillas amigos... No se sabe cuán preciado es este bien hasta que merma o lo perdemos, pasa lo mismo que con las personas. Ducharse un poquito más rápido, inculcarle a nuestras niñas adolescentes que lo hagan en menos tiempo y con temperatura un poco más moderada, además decirles que ducharse con agua muy caliente abre mucho los poros, la piel sufre y es más receptiva a bacterias, picor, u otros.
15 enero 2009
LA PAVITA DE AÑO NUEVO
ANTES QUE NADA HAY QUE DECIRLE A LA ESPECIALISTA EN PASTAS FROLAS... Pasta frola de entre casa las llamamos que prepare dos, una a su gusto con dulce de batata y otra al mío con dulce de membrillo... Le salen de diez, algún día pondré su receta, la masa es riquísima… Ahhh, la especialista es mi hija.
Preparó los mates con primor y fue a hacer una compra y, como ven, yo no poder resistir…
Los dos mates son porque yo le agrego cáscaras de naranja y hierbas y a ella le gusta simplemente con yerba mate.
No estaba tan caluroso así que puse manos a la obra, eso sí sin complicarme mucho, sencillo.
Compré una pavita de 3 kilos, la puse en un baño de ½ litro de vino blanco y jugo de tres naranjas exprimidas, orégano, ají molido y 3 hojitas de laurel cortaditas y dentro unas lonchas de panceta ahumada cortada fina, que probé y estaba de rechupete.
Boca arriba: regando a cada rato mi hija y yo, por dentro y por fuera.
A eso de las diez, quité todo el líquido del baño, lo tiré sin remordimientos al igual que la panceta alojada en el interior.
La puse en una asadera, frotándola con abundante manteca blanda, se que algunos aconsejan frotarla con grasa de cerdo, pero les aseguro que igual queda bien y no es tan pesada.
En un tazón volví a poner el otro ½ litro de vino blanco bueno… (no piensen que la bañé con cualquier vino) 2 naranjas exprimidas, un poco de aceite de oliva, mmm.... 1/2 taza, y un poco de vinagre de manzana… unos chorritos no más… algo así como dos cucharadas...orégano, ají molido y trocitos de hojas de laurel, eso quedó en espera emulsionado.
Había llegado el momento de salpimentar con generosidad, por dentro y por fuera y hecho esto, la acomodé en la asadera, pelé 3 manzanas verdes, introduje panceta en el interior y todas las cáscaras de las manzanas.
A encender el horno a tope. Fuerte… Llegó el momento de atarle alas y patas para que mantuviera su elegancia paviteril.
Entonces la “forré” con la panceta restante, había comprado 200 gs., fui a buscar tres ramas del laurel, le quité las hojas, las puse a secar para guardarlas, y puse las ramas peladas en el piso de la asadera para que no se pegara al mismo. Sobre ellas unas rodajas de manzana y unas fetas de panceta, apoyé la pavita y entonces comencé a ponerle rodajas de manzana entre las alas y las patas, y sobre toda su superficie descubierta como si fuera una segunda piel.
Mientras otra vez mate y trocito de pasta frola…
Ahora sí, incorporé los líquidos del tazón, con suavidad sobre el piso de la asadera, la regué un poquito con cuidado para que no se cayera su “coraza” de manzanas y panceta.
Entre una cosa y otra eran las 12,30…
Al horno panza arriba, 20 minutos, fuerte.
Darla vuelta es todo un arte. Ojo sin quemarse, cuidado... Pues otros 20 minutos panza abajo, fuerte…
Acomodar lo que se cae, regar, regar y regar con su jugo que si merma, se completa simplemente con agua natural. Si, sin calentar, agua del grifo.
Darla vuelta nuevamente y BAJAR el horno, entre mínimo y mediano, es decir, casi mediano. En tanto, ordenar, preparar la vajilla, manteles. En mesa auxiliar las fuentes con fruta seca y turrones, pan dulce.
Seguimos regando con cariño y sin quemarnos, un poco acaloradas, pues cocinar en verano al horno no es moco de pavo, con perdón de la pavita.
Eran las 15, hora de apagar el horno, ¡al fin! La dejamos ½ hora más y listo ya la sacamos. El jugo a un jarrito, y la pavita a una fuente donde se le quitan las ataduras de patas y alas.
Sencilla pero apetitosa la pasta frola sigue mermando…
Hubo empanadas varias que trajeron mi hijo y su compañera. Pan dulce que trajo mi hermano.
A último momento hice unas papas al horno para acompañar. Es casi una mala costumbre que haya papas aunque tenga que encender el horno nuevamente.
Comimos al aire libre en una noche que se presentó fresca y poco agobiante, entre ruido de cohetes y petardos.
Luego de la medianoche pasaron mi hermana, mi cuñado y mi ahijado. Mi hermano no pudo llegar, previo aviso.
Fue un fin de año precioso, en familia como hace 20 años no disfrutaba.
No porque quedara solo eso, sino porque las tuper ware se llevaron partes a lo de mi hijo que estaba encantado con el menú.
Y ya pasó todo amigos y amigas mías, aquí estamos algunos de vacaciones, otros trabajando, y todos más o menos incorporados a la rutina, como debe ser.
Yo estoy tomando fuerzas para pintar la otra parte del patio pero el calor me tira para atrás.
Pero venceré... Que tengan un buen año, con muy buen talante para afrontar lo que sea.
09 enero 2009
MARÍA ELENA WALSH
Fue criada en un gran caserón, con patios, gallinero, rosales, gatos, limoneros, naranjos y una higuera.
Un año antes de finalizar sus estudios en la Escuela Nacional de Bellas Artes publicó su primer libro (en 1947), “Otoño imperdonable”, que recibió el segundo premio Municipal de Poesía y fue alabado por la crítica y por los más importantes escritores hispanoamericanos.
En el año 1949 viajó a Estados Unidos, invitada por Juan Ramón Jiménez. En los años ’50 publicó “Baladas con Angel” y se autoexilió en París, junto con Leda Valladares. Ambas formaron el dúo “Leda y María”: actuaron en varias ciudades como intérpretes de música folclórica, recibieron premios, el aplauso del público y grabaron el disco “Le Chant du Monde”. Por esa época comenzó a escribir versos para niños. Sus canciones y textos infantiles trascendieron lo didáctico y lo tradicional: generación tras generación sus temas fueron y son cantados por miles de niños argentinos.
En mi carrera de docente de música disfrutamos mis alumnos y yo con ellas. Una de mis favoritas era esta:
MARCHA DE OSÍAS
Osías el Osito en mameluco
paseaba por la calle Chacabuco
mirando las vidrieras de reojo
sin alcancía pero con antojo
Por fin se decidió y en un bazar
todo esto y mucho más quiso comprar.
Quiero tiempo pero tiempo no apurado,
tiempo de jugar que es el mejor.
Por favor, me lo da suelto y no enjaulado
adentro de un despertador.
Quiero un río con catorce pececitos
y un jardín sin guardia y sin ladrón.
También quiero para cuando este solito
un poco de conversación.
Quiero cuentos, historietas y novelas
pero no las que andan a botón.
Yo las quiero de la mano de una abuela
que me las lea en camisón.
Quiero todo lo que guardan los espejos
y una flor adentro de un raviol
y también una galera con conejos
y una pelota que haga gol.
Osías el osito en el bazar
todo esto y mucho más quiso comprar.
En los ’70 volvió al país y en 1971 María Herminia Avellaneda la dirigió en el filme “Juguemos en el Mundo”. También escribió guiones para televisión y los libros “Tutú Maramba”, "Canciones para mirar", “Zoo Loco”, “Dailan Kifki” y “Novios de Antaño” y canciones de protesta. En 1985 fue nombrada Ciudadana Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires y, en 1990, Doctor Honoris Causa de la Universidad Nacional de Córdoba y Personalidad Ilustre de la Provincia de Buenos Aires. En 1994 apareció la recopilación completa de sus canciones para niños y adultos y, en 1997, “Manuelita ¿dónde vas?”, por cierto otras de las canciones favoritas de los niños era “Manuelita”.
María Elena Walsh es una verdadera juglar de nuestros tiempos, cuando recita y canta sus versos, pero también, cuando denuncia subliminalmente diversas cuestiones sociales. Toda su rebeldía, su desencanto, su oposición, su amor a la naturaleza y a los niños han quedado reflejados en numerosos poemas, novelas, cuentos, canciones, ensayos y artículos periodísticos
A fines de 2008 la editorial Alfaguara publicó su libro Fantasmas en el parque.
He aquí un fragmento de su libro:
Sé también por comentarios de antiguas brujas danesas que a los fantasmas no había que dirigirles la palabra, sino esperar que ellos hablaran primero. Y los capaces de dialogar debían ser gente culta, es decir, que hablaran en latín para comprobar si el aparecido era un auténtico muerto humano y no una apariencia demoníaca. Se sabe que los demonios huyen despavoridos del latinazo eclesiástico. Eso era antes. Ahora, uno entra en ciertas empresas y lo recibe un fantasma: señor o señorita sonriente, de uniforme vistoso, es inútil dirigirles la palabra porque son virtuales, puro invento electrónico cuya voz melosa procede de un infierno digital que no admite diálogo sino obediencia.
Pero decime, Hamlet, qué hago si a mi padre, que tanto visita mis sueños, le da una noche por aparecerse aquí, en este parque. No suelo venir de noche, pero la noche es una bruma que a veces sobreviene como tejida por los árboles.
Algunas tribus primitivas relacionaban los árboles con sus antepasados, o pensaban que eran los mismos difuntos arborecidos o que sus almas habitaban en lo alto de las copas más fuertes. Sus voces eran las del viento entre las hojas. Por eso consideraban criminal talar árboles, algo que podía sembrar desgracias tales como la desaparición de toda la aldea [...].
Flagelándonos con las ortigas de la culpa, rogamos que los muertos nos perdonen. ¿Para qué? Para sentir que fuimos perfectos, para corregir el pasado, para que el espejito nos diga siempre la mentira más zalamera. Porque nuestra propia crueldad es la que más nos atemoriza. Porque necesitamos desesperadamente que alguien nos extirpe remordimientos tardíos. ¿Y acaso uno perdona a los muertos?
Multifacética y controvertida, escribió temas de lo más diversos.
Aquí hago un inciso:
La canción que pongo a continuación no es de María Elena Walsh, sino de ELADIA BLAZQUEZ, QUE INCLUÍ POR ERROR Y QUE ELIDA DE DIEGO ME HIZO VER.
Como siempre me gustó y no pasa de moda, la incluyo igual porque vale la pena su letra.
Las canciones de estas maravillosas compositoras deberían cantarse más en estos momentos en que parece que la corrupción y la prostitución de la humanidad llega a límites inconcebibles.
HONRAR LA VIDA
¡No! Permanecer y transcurrir
no es perdurar, no es existir
¡Ni honrar la vida!
Hay tantas maneras de no ser,
tanta conciencia sin saber
adormecida...
Merecer la vida no es callar y consentir,
tantas injusticias repetidas...
¡Es una virtud, es dignidad!
Y es la actitud de identidad
¡más definida!
Eso de durar y transcurrir
no nos da derecho a presumir.
Porque no es lo mismo que vivir...
¡Honrar la vida!
¡No! Permanecer y transcurrir
no siempre quiere sugerir
¡Honrar la vida!
Hay tanta pequeña vanidad,
en nuestra tonta humanidad
enceguecida.
Merecer la vida es erguirse vertical,
más allá del mal, de las caídas...
Es igual que darle a la verdad,
y a nuestra propia libertad
¡La bienvenida!...
Eso de durar y transcurrir
no nos da derecho a presumir.
Porque no es lo mismo que vivir...
¡Honrar la vida!
Brindo por el despertar de las conciencias, porque las autoridades se ocupen más del bienestar de su país, para que los pueblos del mundo recapaciten y depongan rencores en bien de las generaciones venideras.
Brindo por todos los que me visitan y dejan su cariñoso saludo, por los que leen y pasan.
Brindo por mi familia y mis amigos.
Brindo también por mi.
Brindo porque sea un año de paz, amor, alegrías y buenas maneras e intenciones.